Dieta para los niños con infección intestinal: menú adecuado.

La dieta para la infección intestinal tiene como objetivo restaurar la pérdida de nutrientes y sales como resultado de la repetición de vómitos y diarrea. En los niños la pérdida rápida de agua después de una diarrea intensa puede provocar una grave alteración de todo el tracto gastrointestinal.

Las infecciones intestinales son una de las enfermedades más comunes en los niños. En el verano la incidencia de infecciones intestinales es más alta. Frecuentemente, un niño puede contraer una enfermedad después de comer alimentos de baja calidad o frutas mal lavadas.

Si el agua está estancada el riesgo de infección aumenta. En un ambiente cálido las bacterias crecen activamente y se multiplican.

Causas de las infecciones intestinales:

• Diferentes tipos de virus: Estos pueden ser rotavirus, adenovirus y muchos otros tipos. Al entrar en el cuerpo del bebé penetran rápidamente en la sangre y causan infección. El desarrollo de la enfermedad cuando está infectado con virus generalmente es rápido (a veces en 6-8 horas desde el momento de ingresar a la sangre).
• Bacterias: La infección con salmonela, varilla de disentería, E. coli es muy común. Usualmente causan diarrea severa. La cantidad de evacuaciones puede llegar a 10 veces al día. El niño se niega a comer.
• Protozoo: Causan la aparición de trastornos intestinales con más frecuencia. Los patógenos más comunes son ameba o balantidium.

Los niños sufren trastornos intestinales con más frecuencia que los adultos. La inmunidad del niño es muy frágil. No siempre es capaz de resistir los efectos agresivos de las bacterias. Si el niño está debilitado o si recientemente ha tenido alguna enfermedad por resfrío, puede contagiarse fácilmente con una infección intestinal.

Los doctores ante cualquier problema intestinal, recomiendan una dieta adecuada para la recuperación rápida del bebé. Durante un período agudo de alteración intestinal, la dieta debe incluir alimentos triturados, ya que son cómodos para la digestión.

Iniciaciones básicas de la dieta adecuada para los problemas intestinales infecciosos:

• Cumplimiento de un mes: Con la finalidad de restaurar el volumen de líquido perdido por el cuerpo, la dieta debe durar 2-3 semanas para introducir en el cuerpo los electrolitos, vitaminas y minerales necesarios, porque su nivel baja considerablemente después de fuertes vómitos y diarrea. En la cuarta semana comienza a normalizarse lográndose el efecto esperado con la dieta.
• El bebé ya no debe tener vómitos: Si el cuerpo del bebé continúa perdiendo líquido a través del vómito o la diarrea, es inútil administrar la dieta. En tal caso, es necesario suministrarle un medicamento indicado por el pediatra.
• Darle al bebé pequeñas porciones de comida, pero a menudo: Es mejor alimentar al niño estrictamente por hora, esto no contribuirá a un aumento de vómitos o heces sueltas.
• ¡Es inaceptable ayunar con problemas intestinales!: En el primer día los niños deben contar con la mitad de todas las porciones. El hambre solo debilitará el organismo de los niños, que en este momento requiere un suministro adecuado de nutrientes que le proporciones energía.
• Se debe dar preferencia a la comida triturada: Como un puré de papa o zanahoria. Si al niño le gusta el brócoli o la coliflor, puede agregarlos de manera segura al menú. La carne también debe ser triturada por lo cual debe pasarse varias veces a través de una picadora de carne con una rejilla mediana. También se puede moler todo en una licuadora. Esta será una excelente base para hacer albóndigas.
• La base de la nutrición deben ser los productos con proteínas: Durante un período agudo de infección intestinal, es mejor dar preferencia a los productos que se absorben y se digieren rápidamente. Puede ser guisado con puré de arroz para adornar o una sopa ligera con albóndigas de pollo.
• Cocine al horno: Los productos fritos o a la parrilla no son la mejor opción, debido a que pueden dañar la pared inflamada del intestino y fortalecer la diarrea.
• Observe la temperatura de los alimentos al servirlos: La comida cocinada debe enfriarse a 40-45 grados. También vale la pena eliminar las bebidas frías o muy calientes porque activan significativamente el paso de los alimentos a través de los intestinos aumentando la diarrea.

Puedes cocinar con seguridad maíz y avena. Elija hojuelas trituradas, no granos enteros. Son más fáciles de digerir y no pueden rayar la pared irritada del intestino. En los primeros días, la papilla debe ser como sopa para poder hervirla bien. Cocine las papillas habituales para el niño. Algunos agregan puré de vegetales o frutas.

En el día 7-10, puede ingresar a la dieta productos lácteos fermentados. Comience con una pequeña cantidad. Es suficiente 1-2 cucharaditas a la vez. Puede elegir un requesón bajo en grasa o yogur. Ayudarán a restaurar la microflora normal en los intestinos. Esto es necesario para la activación de la inmunidad. Preste atención, que todos los productos lácteos sean frescos. Una alimentación inadecuada puede aumentar significativamente la diarrea o la indigestión.

Bebidas de frutas y compotas adecuadas. Se pueden hacer a partir de frutas frescas, si el niño tiene diarrea severa no agregue ciruelas pasas.

Algunos alimentos deben ser completamente excluidos de la dieta de un niño enfermo (especialmente en las primeras 2-3 semanas después del inicio de la enfermedad).

Los siguientes productos pueden causar daño:

• Leche: El uso de leche en las primeras 2 semanas está estrictamente prohibido. Los alimentos que contienen leche pueden causar fuertes dolores abdominales y aumento de la diarrea. 
• Comida grasosa y pesada: La capacidad enzimática para descomponer los alimentos grasos durante los trastornos intestinales se reduce significativamente, el organismo no los dirige por lo tanto son eliminados a través del intestino junto con abundantes heces líquida. La diarrea se intensifica y comienzan las náuseas.
• Pan fresco: Contine mucho gluten que se adhiere a las vellosidades de los intestinos, evitando que la comida se mueva. Esto puede aumentar significativamente la fermentación en el organismo.
• Frutas y verduras frescas: Es recomendable hornear las verduras y las frutas deben ser secas. También se pueden licuar hasta lograr un puré y se le agrega un poco de azúcar.
• Platos amargos y agrios: Una gran cantidad de especias irrita mucho la pared inflamada del estómago. Esto provoca vómitos e intensifica las náuseas. No agregue cebollas y ajo afectan la pared intestinal fortaleciendo el proceso inflamatorio.
• Confitería: Los pasteles y chocolate aumentan el trabajo del hígado evitando que el cuerpo elimine completamente las toxinas que liberan las bacterias y aumenta la reproducción de las mismas.
• Caldo de carne fuerte: Es muy difícil de digerir, aumenta las náuseas y puede causar pancreatitis aguda.
• Legumbres y repollo en cualquier forma: Conducen a una fuerte formación de gases. La pared del intestino con los gases se estira, fortaleciendo el dolor. El abdomen del niño se vuelve como un tambor y al tocarlo es doloroso.

Cocine caldo de pollo bajo en grasa. Retire la carne del caldo y pásela 2 veces por una picadora con una malla fina, luego agregue un poco de sal y 1 huevo. Forme albóndigas pequeñas.

Cuando el caldo este hirviendo, agregue en cubos pequeños un poco de coliflor y una papa. Cocine por 10-15 minutos. Cuando las verduras se ablanden, están listas. Licua todos los ingredientes hasta obtener puré de patatas.

En la sopa fría antes de servir, agregue 2-3 albóndigas. Esta sopa se puede comer con migas de trigo.

Lave y seque bien las peras. Retire de ellas la piel, el centro y el tallo. Corte las peras en mitades.

Tome una bandeja cúbrala con papel para hornear y úntela con un poco de mantequilla. Pon las peras, luego espolvoree con azúcar en polvo. Hornee durante 15-20 minutos a una temperatura de 180 grados.

Refrigere, luego páselas a través de un tamiz. El puré es una excelente adición a la papilla o cuajada de arroz hervido.

La dieta indicada por el médico ayudará a corregir y restaurar el líquido perdido y los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo del bebé.