Alimentación complementaria para bebés

 En los primeros meses de vida, el bebé solo necesita leche materna o si la lactancia no es posible, una fórmula láctea. En el transcurso de los meses el bebé necesita expandir la dieta, a esto se le llama alimentación complementaria. Es la introducción de nuevos alimentos a la dieta del bebé en su primer año de vida. Esto según el famoso pediatra E. Komarovsky.

Diferencias entre lactancia mixta y alimentación complementaria

Estas dos palabras pueden causar confusión, pero su significado es diferente. Por ejemplo: si la madre no tiene suficiente leche para amamantar al bebé y el mismo recibe una fórmula láctea o leche de un donante femenino, dicho alimento se llama lactancia mixta. Por otra parte los productos que le dan al bebé en el primer año de vida, como complemento a la leche materna o a la fórmula, se llama alimentación complementaria. Estos alimentos ayudan al bebé a acostumbrarse a una dieta con mayor cantidad de productos.

¿Cuándo incluir nuevos alimentos?

Los padres frecuentemenete tienen las recomendaciones de amigos, familiares e incluso médicos pedriatras y nuticionistas, para comenzar a incluir productos nuevos a la alimentación del bebé. Cuanto más crece el bebé, más recomendaciones se le darán para darle al niño jugos, huevos, puré entre otros alimentos.

Los padres deben entender que la introducción temprana de alimentos complementarios en el pasado se debió principalmente al hecho de que se pensaba que solo la leche materna no alimentaban bien al bebé. 

 Muy a menudo los bebés reciben leche de vaca pasteurizada, la cual es hervida. Cuando se hierve las vitaminas de dicho alimento se pierden y el niño deja de recibir esas sustancias útiles, que como consecuencia puede devenir en los siguientes padecimientos: hipovitaminosis, retraso en el aumento de peso y el desarrollo, anemia y otros problemas. Se recomienda introducir jugos, puré y la yema de huevo a partir del sexto mes de vida del bebé. Debemos recordar que incluir nuevos alimentos en la dieta de los bebés en un tema delicado el cual, se debe manejar con un especialista.

Si la madre tiene una alimentación balanceda y amamanta al bebé transmite al niño todos los nutrientes necesarios hasta los 6 meses de edad. 

Los beneficios de introducir alimentos complementarios en la dieta del bebé a temprana edad son casi que nulos, hasta podrían hacerle daño. Ocasionando reacciones alérgicas y trastornos digestivos. Por lo tanto, los padres deberían consultar con un pediatra el inicio de la ingesta de alimentos complementarios para el bebé. 

Indicaciones para introducir nuevos alimentos en la dieta diaria

  • Cualquier producto alimenticio nuevo debe incluirse en la dieta del bebé muy cuidadosamente y de forma gradual. Comenzamos con un sorbo o una cucharada. Después se evalua la reacción (heces, sueño, condición de la piel, comportamiento), dependiendo de lo antes mencionado se puede aumentar la dosis.
  • Si se le proporciona un producto al bebé y se nota una reacción desfavorable, es mejor esparar un tiempo para que lo vuelva a consumir.
  • Si el bebé presenta algún tipo de enfermendad o está recién vacunado. No se recomienda el consumo de nuevos alimentos.
  • Si el bebé rechaza un producto, no se debe insistir.

¿Con qué producto se puede comenzar la alimentación complementaria?

Las opiniones de los nutricionistas y los pediatras sobre el grupo de alimentos que deberían incluirse en la primera dieta del bebé son muy diferentes. Unos se inclinan por la ingesta de vegetales, ya que afirman que son ricos en sales minerales y vitaminas. Otros indican que los alimentos complementarios lactíferos no tienen una reacción brusca en la dieta del bebé. Igual se recomienda acudir al pediatra de confianza para obtener su recomendación.

La estrategia de alimentación complementaria según el Dr. Komarovsky

Para complementar la lactancia materna o el uso de fórmulas para bebé. Un conocido pediatra recomienda:

  • Si el niño aún no tiene cinco meses, no se necesita incluir nuevos alimentos. Es necesario que la madre tenga una nutrición de calidad, si la leche de pecho no es suficiente se recomienda el uso de leche de fórmula para complementar.
  • Si el bebé está ganando peso, tiene la hemoglobina en niveles adecauados. Buen desarrollo, se le puede alargar el proceso de alimentación complementaria hasta los 6 meses de edad. 
  • Para comenzar la alimentación complementaria se le puede dar productos lácteos fermentados como el kéfir (producto lácteo parecido al yougurt). Lo más importante es que sean alimentos espaciales para bebés. Todo alimento nuevo, se le debe ofrecer al niño en la mañana para así ver sus reacción en el transcurso del día.
  • Con respecto al Kéfir, se debe proporcionar al bebé entre tres a cuatro cucharaditas para comenzar. Después de eso, el niño necesita tomar leche materna o fórmula. Se debe observar la reacción del niño durante el día, según los resultados se puede ir aumentado la dosis de la siguiente manera: el primer día el bebé recibirá de 15 a 20 ml de kéfir, en el segundo día de 30 a 40 ml, el tercer día de 60 a 80 ml, y en el cuarto día, una porción completa de 120 a 160 ml. Si en algún momento se nota una reacción desfavorable se hace una pausa con el producto.
  • A partir del cuarto o quinto día de alimentar con kéfir, se le puede agregar requesón. Para el primer día, una cucharada es suficiente, el segundo día dos cucharadas. Se va aumentando la cantidad gradualmente. Para un bebé de 6 a 8 meses la cantidad puede ser de 30 a 40 g.
  • A la semana la mezcla de kéfir puede tener un promedio de 150 ml y de requesón 30 a 40 g. El bebé continuará tomando leche materna o fórmula láctea. Este proceso se puede seguir por 3 a 4 semanas, después se comenzará a colocar en la dieta otros alimentos.
  • Los alimentos que se incluirán ahora en la dieta son: Cereales (arroz, avena, quinoa, entre otros). Se les puede hacer papilla cocida con dichos alimentos. Igualmente la mejor opción para complementar sigue siendo los productos especiales para bebés mayores de 6 meses.
  • Para el octavo mes. El bebé puede recibir kéfir y queso cottage, papillas y su leche materna o fórmula. Es necesario averiguar si el bebé tiene al menos un diente. Si hay un diente, se le puede ofrecer vegetales. Para realizar una alimentación de prueba con vegetales, se le prepara al niño un cocido con zanahorias, papas y cebollas, se vierte en un recipiente con agua hirviendo (para 50 gramos de verduras necesitará alrededor de 100 ml de agua), tapar el recipiente y cocinar hasta que las verduras hiervan por completo. Se licúa y se vierte en una botella. El primer día de este caldo le damos al niño de 30 a 50 gramos, en el segundo día, el doble.
  • Si el bebé reacciona bien a las verduras, comenzamos a darle sopa o puré, aumentando también la dosificación constantemente. Para puré, cocine diferentes verduras en agua hirviendo, luego las pisamos con un tenedor, agreguegamos un poco de sal y leche caliente (para 100 gramos de verduras, suficientes 25 ml).
  • Después de dos o tres semanas de alimentar con verduras intente ingresar a la dieta carne. En lugar de agua en las verduras, agregue caldo de carne (preferiblemente pollo).
  • Las frutas también comienzan a entrar después de la aparición del primer diente. Si aún no tiene dientes, licúe las frutas y ofrézcale al niño en forma de jugo. A los niños mayores que ya tienen dientes se le puede picar la fruta pequeñita y darsela para que ellos aprendan a masticar.
  • A los 9 meses, el bebé ya ingiere muchos alimentos para complementar su dieta. Consume papillas, sopas con carne baja en grasa, verduras, yema de huevos, jugos, frutas picadas, entre otros. Otros alimentos son el kéfir con queso cottage, al que se le puede agregar galletas para bebés. En este momento, el niño puede comenzar a consumir rebanadas de pan.

Reacción del bebé ante nuevos alimentos

Cuando los padres ofrecen nuevos alimentos a su bebé, siempre deben estar atentos a la reacción del mismo. Mientras más meses tenga el bebé, más fácil es incluir nuevos alimentos en su dieta.

Es importante recordar que en los niños, el higado es un órgano débil y vulnerable. El cual madura completamente a la edad de 12 años. Por esta razón hay alimentos que en la niñez le pueden hacer daño pero en el transcurso de su crecimiento no.

Más detalles sobre todos estos matices se ven a continuacón en el video del Dr. Komarovsky.