¿Qué pasa si el bebé vomita sangre?

Es normal que los niños recién nacidos regurgiten un poco de leche materna luego de amamantarse. Esto se debe a que el cuerpo del bebé trata de eliminar el exceso de aire que entró a su estómago durante la alimentación.

Sin embargo, a veces la regurgitación puede ser síntoma de una condición más grave, como por ejemplo cuando aparece sangre en el vómito. Esto sí debe llamarnos la atención. La madre debe ser la primera en conocer por qué su bebé está vomitando sangre, y qué hacer en esos casos.

¿Qué significa la regurgitación con sangre?

La causa más común es que el bebé trague sangre durante la lactancia. Los pezones de la madre pueden agrietarse y la sangre entrará al estómago del bebé durante la ingestión. En esos casos, si el bebé regurgita, la madre podrá observar un tono rosado o rojo en el vómito, lo que puede significar que el bebé ha ingerido sangre.

Otra causa, menos frecuente, es que existe algún tipo de daño en los vasos sanguíneos del sistema digestivo del bebé. Esto puede ser señal de una condición seria que debe diagnosticarse adecuadamente realizando los exámenes necesarios al lactante.

También es común que los bebés recién nacidos regurgiten un poco de sangre, lo que puede ser indicador de que ingirieron líquido amniótico. Estos casos no involucran mayores cuidados y pueden mantenerse bajo observación de los padres.

¿Qué medidas tomar? 

Si descubre que el bebé ha vomitado leche con sangre, debe tomar algunas medidas para reconocer adecuadamente cuáles pueden ser las causas.

Lo más importante es distinguir entre el vómito y la regurgitación:

  • La regurgitación es un acto reflejo que genera poco esfuerzo, mientras que el vómito se caracteriza porque ocasiona tensión estomacal, por lo que suele ser precedido por naúseas. 
  • En la regurgitación aparece la leche que el bebé acaba de ingerir, mientras que el vómito incluye alimentos medianamente digeridos, mocos y otras sustancias.
  • Es común que la regurgitación ocurra luego de terminar la alimentación, mientras que el vómito no tiene un momento fijo.
  • La regurgitación no altera el estado o el ánimo del bebé, mientras que el vómito lo vuelve inquieto y malhumorado. A veces el vómito está acompañado de un aumento en la temperatura.

Otra medida a considerar es la inspección de los pezones, ya que unos pezones agrietados pueden ser la causa de que el bebé ingiera sangre. En cambio, si no se aprecian grietas en los pezones, y la sangre aparece de forma recurrente, será necesario consultar con un especialista médico. Debe vigilarse si otros síntomas acompañan a la regurgitación o el vómito, con el fin de realizar los exámenes y estudios correctos.

¿En qué momento debe visitar al médico?

La madre debe llevar a su hijo al médico en los siguientes casos:

  • Luego de la regurgitación, el niño cambia de ánimo y comienza a llorar.
  • El niño también presenta eructos con sangre.
  • La cantidad de leche con sangre es considerable (lo equivalente a al menos dos cucharaditas).

Estos síntomas pueden ser manifestación de alguna enfermedad, por lo que debe acudir al médico lo antes posible.