Insuficiencia de lactasa en niños (intolerancia a la lactosa)

La condición causada por la incapacidad del niño para digerir lactosa (azúcar de la leche), es llamada intolerancia a la lactosa. Dado que la causa de esta condición es la falta de una enzima de lactasa (la enzima que digiere la lactosa) en el cuerpo, el segundo nombre con el cual se denomina es "deficiencia de lactasa". ¿Cuáles son las causas de esta condición patológica y qué deben hacer los padres si se detecta en el bebé?

En los recién nacidos, la deficiencia de lactasa generalmente se debe a la genética. En mayor medida, dicha intolerancia congénita se desarrolla en los portadores de genes asiáticos. Además, en niños menores de 6 meses de edad, la deficiencia de lactasa se asocia con una infección del intestino, alergia u otras enfermedades.

A menudo, la deficiencia de lactasa se detecta en los bebés prematuros como consecuencia de la inmadurez de su tracto digestivo.

Con mucha frecuencia, la intolerancia a la lactosa se desarrolla en niños de 9-12 años. En los niños, que ya no se alimentan con leche materna, la cantidad de lactasa en el cuerpo disminuye gradualmente. Aunque en niños pequeños y adultos es frecuente ver esta patología, en el organismo, la lactasa se produce normalmente antes de la vejez.

Entre los niños grandes, muchos no toleran la lactosa y no sufren en absoluto. Simplemente no consumen productos lácteos para evitar los síntomas de intolerancia. Pero para un niño pequeño, tal condición patológica puede ser un problema ya que la leche es el alimento básico en esta edad.

La hipolactasia (cantidad insuficiente de lactasa) puede presentar los siguientes síntomas:

• Dolor en el abdomen;
• Náuseas;
• Flatulencia, hinchazón, un retumbar en el abdomen;
• Diarrea que ocurre una o dos horas después de comer productos lácteos;
• Comportamiento inquieto del niño después de comer.

Hay diferentes tipos de intolerancia a la lactosa:

1. Congénita. Condición muy rara en la que un niño inmediatamente después del nacimiento, pierde peso rápidamente, sufre deshidratación y corre el riesgo de morir. Para confirmar el diagnóstico, se requiere una biopsia del intestino, pero rara vez se receta algún medicamento a los recién nacidos, simplemente se le prescribe una dieta libre de lactosa durante 4 a 6 meses, luego de la cual se le administra lactosa en pequeñas cantidades.
2. Prematura. Ocurre en niños que nacieron antes de la fecha de parto.
3. Primaria. Se desarrolla después del final de la lactancia. Esta forma de intolerancia a la lactosa es muy común. Es típico de las personas que viven en Asia, América, Australia, y también en el continente africano y las islas en el Océano Pacífico. Esto se debe a la historia de la nutrición de las personas, ya que en el pasado, la gente solía consumir leche animal principalmente en países europeos, en partes de África y la India. Tal deficiencia de lactasa se manifiesta por hinchazón, náuseas, eructos, diarrea, vómitos. Los síntomas pueden cambiar a lo largo de la vida. Existen personas que reaccionan a una pequeña cantidad de lactosa y otras pueden asimilarla más.
4. Secundaria. Aparece como resultado de daño intestinal por infección, alergia u otras causas. Por ejemplo, después de la gastroenteritis, el cuerpo tarda varios días o semanas (según la edad) para restaurar la producción de lactasa.
5. Funcional. Aparece en un niño sano que aumenta de peso, pero sufre de gases, un excremento acuoso frecuente con un tinte verdoso. Los análisis que detectan la deficiencia de lactasa en tales niños serán falsos positivos. La razón de este problema es la escasez del consumo de leche materna por parte del niño (rica en grasa), así como un sistema enzimático inmaduro.

Dependiendo de la gravedad de la patología, la deficiencia de lactasa puede ser completa o parcial.

La causa de la aparición de deficiencia de lactasa en los recién nacidos (la forma primaria de intolerancia) es a menudo, una predisposición genética.

El desarrollo de la forma secundaria de esta patología puede conducir a:

• Procesos inflamatorios en el intestino delgado;
• Infecciones graves;
• Intervenciones quirúrgicas en el estómago y en los intestinos;
• Presencia de enfermedad celiaca;
• Realización de quimioterapia;
• Desarrollo de colitis ulcerosa;
• Enfermedades de Crohn y Whipple.

Estos son los procesos que ocurren cuando se consumen productos lácteos y se originan problemas con la digestión de lactosa:

• La lactosa no digerida ingresa al intestino grueso donde el agua también ingresa por ósmosis.
• La lactosa es procesada por bacterias que están en el colon, lo que resulta en la formación de gases.
• En las heces no hay ácidos grasos digeridos y también se forman como resultado de la actividad de las bacterias.
• La membrana mucosa del intestino se irrita, lo que conduce a un exceso de producción de moco.
• Dado que la materia fecal pasa demasiado rápido por el intestino, su color se vuelve verde.
• El resultado será unas heces acuosas, espumosa, verdosa, cuyo análisis detectará azúcar (lactosa no digerida).

La similitud del nombre a menudo conduce a la confusión entre estas dos palabras:

• La lactosa es un carbohidrato importante para el niño, representado por la combinación de dos moléculas: galactosa y glucosa.
• Para que el cuerpo pueda dividirlo y digerirlo, necesita la lactasa que es una enzima que se forma en el intestino delgado.

La deficiencia de lactasa a menudo se confunde con el desarrollo de alergias a productos lácteos pero son problemas completamente diferentes. La alergia a la leche es mucho menos común que la intolerancia a la lactosa y es una afección más grave con riesgo de muerte.

Si el bebé es alérgico a la leche, está contraindicado el uso de este producto. Una vez en el cuerpo, incluso en pequeñas cantidades, la leche hará que el bebé desarrolle erupciones, picazón, dificultad para respirar y otros síntomas de alergia.

Con la falta de lactasa, el cuerpo puede procesar un producto lácteo en pequeñas cantidades, por ejemplo, el bebé puede consumir 100 ml de leche al mismo tiempo o puede comer hasta 50 g de yogur.

Si las heces del bebé tienen una coloración verdosa y se presenta de forma líquida y espumosa, se recomienda que la madre siga las siguientes indicaciones:

• Asegúrese que el bebé esté correctamente colocado y que la mama esté bien asentada.
• Trata de alimentar durante tres a cinco horas con un solo seno.
• Dado que a menudo en este caso, la madre tiene mucha leche, el segundo seno en este momento se sentirá ligeramente tenso o duro.

El tratamiento de la intolerancia a la lactosa generalmente se reduce a la exclusión de este producto de la dieta o al uso de medicamentos que contienen lactasa. Simultáneamente, los síntomas se tratan y la causa se elimina (si la deficiencia de lactasa es secundaria).

A los niños con lactancia a menudo se les recetan preparaciones de lactasa, ya que no es deseable reducir la cantidad de leche en la dieta del bebé. Si no se pueden usar dichos medicamentos, se transfiere al bebé una mezcla baja en lactosa (al principio en parte, manteniendo la cantidad máxima de leche materna en una ración que no causará síntomas de deficiencia de lactasa).

Al alimentar al bebé con una alimentación de mezcla artificial, se elige un producto en el que se presente una cantidad máxima de lactosa que no cause manifestaciones clínicas de insuficiencia. Puede combinar la mezcla habitual y sin lactosa o puede cambiar la alimentación del bebé con productos deslactosados. Si la deficiencia de lactasa es significativa, al bebé se le debe administrar solo una mezcla baja en lactosa.

En la preparación de alimentos complementarios, para un niño con deficiencia de lactasa, no se usa leche, sino una mezcla sin lactosa, y después de un año, los productos lácteos son reemplazados por análogos de baja lactosa.

Si la hipolactasia es secundaria, la dieta baja en lactosa se mantiene durante el tratamiento de la patología subyacente. Los productos con lactosa se administrarán gradualmente dentro de 1-3 meses, después de la recuperación.

Hay varias formas de determinar la intolerancia a la lactosa:

1. Bacterias probióticas. El análisis determina la cantidad de ácidos grasos, así como la respuesta al pH. Si hay intolerancia a la lactosa, las heces serán frecuentes y aumentará la concentración de ácidos grasos.
2. Identificación de carbohidratos en las heces. Se usa con mayor frecuencia para detectar la intolerancia a la lactosa, pero a menudo son falso negativo o falso positivo. El método revela carbohidratos, pero no puede mostrar exactamente qué es insuficiencia de lactasa. Sus resultados se toman en cuenta solo junto con otros análisis y manifestaciones clínicas.
3. Prueba respiratoria de hidrógeno. Un método muy común es el uso de un dispositivo especial que prueba el aire exhalado de una persona después de consumir glucosa. La prueba no se usa para niños menores de 3 meses.
4. Curva de lactosa. La prueba de sangre se toma con el estómago vacío por la mañana, luego se utiliza lactosa y unas horas más tarde, se realiza la prueba de sangre nuevamente. En base a los resultados, se construye un gráfico que se llama curva de lactosa. El método no es muy informativo y su uso en un bebé presenta algunas dificultades.
5. Biopsia intestinal. Es un método muy preciso para diagnosticar la deficiencia de lactasa. Consiste en tomar pequeñas secciones de la mucosa del intestino delgado. En estos sitios microscópicos, se determina la actividad de la lactasa. El método rara vez se utiliza debido a su naturaleza traumática y la necesidad de anestesia general.
6. Investigación genética. Ayuda a determinar si la insufiencia o falla primaria es de origen genético. La desventaja de este método es su alto costo.

El pronóstico en personas con esta afección patológica suele ser favorable. La mayoría de los que no toleran la lactosa, no usan productos o consumen lácteos como desean (dicen que simplemente no les gusta).

La lactosa no está presente en los siguientes productos:

• Vegetales;
• Aceites vegetales;
• Macarrones;
• Arroz;
• Fruta;
• Pescado crudo;
• Huevos;
• Carne cruda;
• Jugos de vegetales y frutas;
• Nueces;
• Cereales;
• Frijoles;
• Bebidas de soja, carne de soja y cuajada de soja;
• Té.

Recomendaciones para la intolerancia a la lactosa:

• Es posible encontrar leche deslactosada en los supermercados. La lactosa en dicha leche ya se ha dividido en galactosa y glucosa, por lo que tal producto lácteo se puede consumir si la persona presenta deficiencia de lactasa.
• Si hay intolerancia a la lactosa, debe comer productos lácteos en los que este carbohidrato ya está fermentado. Dichos productos son quesos duros, yogures y otros productos de leche agria.
• La leche con chocolate será una buena opción ya que el cacao tiene la propiedad de estimular la producción de lactasa, lo que mejora la absorción de la leche.
• Se recomienda beber leche si padece deficiencia de lactasa durante las comidas. Una excelente idea sería si la leche se combina con cereales. La porción de leche por porción debe ser de hasta 100 mililitros.
• Recuerde que en la leche descremada, la lactosa está presente. En dicha leche, se elimina la grasa y no la lactosa.
• La lactosa está presente no solo en leche, sino también en otros productos: productos para diabéticos, productos de confitería, salsas, pan, margarina, crema, leche condensada, chips y muchos otros. Incluso si la lista de ingredientes no indica que el producto contiene lactosa, la presencia de este carbohidrato puede juzgarse por otros componentes: La presencia de leche en polvo, suero de leche o requesón.
• También debe saber que la lactosa está incluida en algunos medicamentos. La lactosa se puede encontrar en la bifidumboterina, motilium, cerulek, enape, anticonceptivos y otros medicamentos.
• La lactosa es un componente importante en la nutrición de los niños. Debe agregarse a la fórmula de la leche para acercar su composición a la leche materna.