Conjuntivitis en recién nacidos y bebés

Es frecuente que durante el  primer año de vida, los bebés desarrollen conjuntivitis. Con esta enfermedad, los ojos del bebé se inflaman, comenzando  a lagrimear,  haciendo que el pequeño se sienta mal. Atender de forma inadecuada los síntomas, puede producir otras complicaciones e incluso en los casos más severos, provocar incapacidad visual.

Las razones principales

La conjuntivitis puede manifestarse por diferentes causas. En recién nacidos y bebés, las causas más comunes son:

  • Infecciones. La conjuntivitis la puede causar tanto bacterias como virus. En casos más raros, ocurre una infección a través de los protozoos y hongos. El curso de las enfermedades causadas por diferentes patógenos variará significativamente entre sí. Los síntomas clínicos se manifiestan de diferentes maneras. El tratamiento es específico, destinado a destruir la infección en el cuerpo.
  • Lesiones traumáticas. Los niños a partir de 3 meses, comienzan a explorar activamente el mundo. Todo lo que encuentran a su paso es de especial interés para ellos, se llevan a la boca y  prueban todo lo que les rodea. Un niño hasta los 5 meses de edad, puede lastimarse accidentalmente un ojo. Es importante recordar que la membrana mucosa de los ojos de los bebés es muy sensible y vulnerable, por ello, luego de tal lesión es muy factible que se desarrolle la conjuntivitis.
  • Después del nacimiento.  Si durante el embarazo la madre padeció de alguna enfermedad catarral o infecciosa, entonces el bebé puede nacer con esta enfermedad. El virus es una partícula muy pequeña así que pasa fácilmente a través de la barrera placentaria impactando en el bebé. Cuando esto ocurre, se pueden desarrollar formas congénitas de conjuntivitis. Esta variante de la enfermedad ocurre en bebés desde el primer mes de vida.
  • Alergia Las alergias se manifiestan a travès de la inflamación de la membrana mucosa de los ojos. Con mucha frecuencia, este tipo de reacciones alérgicas ocurren entre los 6 y los 8 meses de edad del niño ya que éste es el periodo en que se varía la dieta del bebé, incluyendo alimentos hasta ahora desconocidos que pueden desencadenar la aparición de alergias. Es más frecuente que un bebé de 7 meses sufra de alergias, que un niño más pequeño o un recién nacido.
  • Alteración de las reglas de higiene personal. Cada niño debe tener sus artículos de higiene e implementos de comida propios. Si la familia tiene varios niños de diferentes edades, cada niño debe usar sus propios artículos de higiene. Cuando usa toallas de otras personas, la infección se propaga haciendo que la conjuntivitis se desarrolle.

Tipologías

Hasta el momento existe una gran variedad en esta enfermedad. Dependiendo de su tipología, los médicos realizan una clasificación, permitiendo establecer con precisión un diagnóstico que indique la causa de la enfermedad, una variante del curso y un pronóstico más probable de la enfermedad.

Cuando la enfermedad se manifiesta en el bebé por primera vez, se le da el nombre de aguda. Este tipo de conjuntivitis se debe registrar en el control médico del bebé..

Luego del tratamiento, si la enfermedad repite, ya no se le da la categoría de aguda. Si  se manifiesta después de 2 meses o más, se le da el nombre de recurrente. Esta tipología  de la enfermedad, por regla general, se vuelve crónica.

La conjuntivitis infecciosa se clasifica de diferentes formas, dependiendo del patógeno que la causa. También dependiendo del tipo de enfermedad ocular, se usan diferentes tipos de terapia y medicamentos. La conjuntivitis infecciosa puede tener varios orígenes:

  • Viral. Es la más común en niños a partir de los 4 meses de edad. Muy a menudo, una conjuntivitis en bebés recién nacidos puede ser causada por un adenovirus. Al entrar en la membrana mucosa del ojo, el virus rápidamente daña las células y causa inflamación. Al pasar el tiempo, el virus se disemina rápidamente por todo el cuerpo a través del flujo sanguíneo, causando inflamación en los órganos internos.
  • Bacteriano: Es más frecuente en bebés entre los 9 y 11 meses de edad. Los estafilococos, los estreptococos y las bacterias anaeróbicas son causas bastante comunes de enfermedades oculares infecciosas en bebés durante el primer año de vida. La enfermedad causada por microorganismos extraños en bebés recién nacidos puede ser bastante grave. En varios casos, se requiere hospitalización. No es recomendable tratar a un recién nacido con una conjuntivitis bacteriana en el hogar.
  • Bacteriano. Es más frecuente en bebés entre los 9 y 11 meses de edad. Los estafilococos, los estreptococos y las bacterias anaeróbicas son causas bastante comunes de enfermedades oculares infecciosas en bebés durante el  primer año de vida. La enfermedad causada por microorganismos extraños en bebés recién nacidos puede ser bastante grave. En varios casos, se requiere hospitalización. No es recomendable tratar a un recién nacido con conjuntivitis bacteriana en el hogar.
  • Fungal. Son una fuente extraña. Los agentes causantes de la enfermedad en este caso son los hongos patógenos. Con mucha frecuencia, esta variante de la enfermedad ocurre en niños débiles o niños con inmunodeficiencias crónicas. La enfermedad se desarrolla por un largo tiempo y el tratamiento médico es a base de medicamentos antimicóticos especiales.

¿Cuáles son los principales síntomas y signos de la enfermedad?

El proceso de la conjuntivitis inflama la membrana mucosa de los ojos del bebé. Por lo general, primero se ve afectado un solo ojo y al pasar los días, la inflamación se evidencia en ambos ojos.

Los síntomas más frecuentes en recién nacidos y niños durante el primer año de vida con conjuntivitis son:

  • Enrojecimiento de los ojos.  Toda la superficie blanca del ojo se torna roja, en algunos bebés los vasos sanguíneos se hacen muy notorios. La luz brillante irrita la membrana ocular inflamada. El niño trata de no abrir los ojos ya que esto intensifica el dolor.
  • Lagrimeo. Es uno de los signos más característicos de la conjuntivitis. El ojo afectado libera una gran cantidad de líquido lagrimal durante todo el día. En la mayoría de los casos, es transparente. Si la enfermedad se torna grave o se ha unido una infección secundaria, la naturaleza de la secreción va cambiando. Se torna purulenta e incluso sangrienta.
  • Supuración Es el producto que resulta cuando la conjuntivitis bacteriana hace que el ojo afectado comience a derramar pus, siendo viscosa y haciendo que se peguen los párpados. Usualmente es bastante difícil abrir los ojos porque han comenzado a supurar, por eso es necesario eliminar el pus de los párpados y los ojos limpiándolos varias veces al día con una almohadilla de algodón humedecida con agua tibia o un antiséptico.
  • Dolor ante la exposición a la luz solar. La membrana inflamada del ojo se vuelve susceptible a la luz intensa. Los niños se sienten más cómodos en habitaciones oscuras y cerradas con cortinas. La luz solar intensa provoca un fuerte dolor, haciendo que el pequeño se sienta incómodo. En la oscuridad, el niño comienza a sentirse mucho mejor.
  • Alteración del bienestar general del bebé. Como regla general, cuando aparecen los primeros síntomas de conjuntivitis, los bebés se tornan caprichosos y lloran con más frecuencia, negándose a comer y volviéndose mimados. A menudo aumenta la somnolencia ya que los niños pequeños prefieren no abrir los ojos evitando así la incomodidad que les produce la luz.
  • Aumento de la temperatura corporal. Con la enfermedad, la temperatura se eleva, por regla general, a 37-37.5 grados. En formas más severas, el aumento también es de hasta 38-39 grados. El niño con  conjuntivitis alérgica , presenta otros signos que son característicos de las alergias. Puede haber una tos seca o secreción nasal, una acumulación durante la respiración. En los niños con dermatitis, a menudo hay nuevas erupciones con picazón

Los síntomas característicos de la conjuntivitis ocurren después del período de incubación. Su duración depende de la causa de la enfermedad. A menudo la conjuntivitis viral, dura de 5 a 7 días. Si la enfermedad causa bacterias, generalmente por el período de incubación, aumenta a una semana.

Con la conjuntivitis por clamidia, las primeras manifestaciones pueden ocurrir 12-14 días después de la infección. El período de incubación es bastante largo para las lesiones fúngicas. Por lo general, es de 2-3 semanas. Para decir con certeza qué patógeno causó la enfermedad, se requieren pruebas y exámenes adicionales.

Diagnósticos en infantes

Las diferentes tipologías de la enfermedad requieren la realización de pruebas auxiliares, las cuales ayudan a establecer la causa de la misma y aclarar el diagnóstico. Este diagnóstico diferencial se lleva a cabo para todos los recién nacidos y bebés

Una prueba de sangre general es la prueba más común y simple para determinar la fuente de infección. Este análisis muestra no solo el estado general y la gravedad de la enfermedad, sino que también puede establecerse una causa probable.

Los resultados de esta prueba muestran la presencia de bacterias, virus u otros microorganismos patógenos en el cuerpo del bebé.

Sin embargo, realizar solamente un análisis de sangre no es informativo. El médico solo ha supuesto resultados sobre la causa de la enfermedad. Especificar el patógeno, es posible solo a través de la realización de pruebas serológicas especiales de laboratorio .

Estos incluyen la realización de estudios del líquido lagrimal de bapsose y de la secreción de los ojos. Este estudio es el más informativo, especialmente en los primeros días de la enfermedad. Con su ayuda, no solo puede encontrar el patógeno, sino también determinar la sensibilidad del microorganismo a los antibióticos.

Tal diagnóstico permite a los médicos establecer correctamente un diagnóstico, y también para prescribir el tratamiento adecuado.

Si al comienzo de la enfermedad el bacilo de la secreción no se produce por alguna razón, entonces en tales casos se debe recurrir a pruebas serológicas específicas.  La presencia de anticuerpos contra varios patógenos será un hecho confiable de la presencia de una infección específica en el cuerpo del niño.

En los casos más difíciles, se requieren varias pruebas de laboratorio. Con su ayuda, el médico puede establecer el diagnóstico más preciso y decidir si se necesitan antibióticos en la terapia. A menudo para llevar a cabo todas las pruebas y exámenes de bebés recién nacidos, se deben  hospitalizar. En condiciones estacionarias, es más fácil llevar a cabo este complejo de medidas de diagnóstico.

Tratamiento

Cuando vaya a automedicar al bebé en casa, asegúrese de llevar al bebé al oftalmólogo.

Después de examinar al niño y realizar exámenes con dispositivos especiales, el médico podrá resolver el problema de la necesidad de hospitalización del bebé en un hospital especializado para niños.

Si el médico decide tratarlo en el hogar, en este caso necesariamente dará recomendaciones sobre qué medicamentos se pueden usar. En la mayoría de los casos, los médicos prescriben gotas especiales para los ojos.

Si la enfermedad es grave, el tratamiento puede requerir inyecciones o tabletas con antibióticos. Esto solo lo decide el médico tratante. No use esos medicamentos usted mismo.

Recomendaciones generales

Bañar a un bebé el primer día de la enfermedad no es recomendable. Especialmente si el bebé tiene fiebre. Los bebés recién nacidos tienen una termorregulación muy pobre y pueden enfriarse rápidamente. Es mejor limpiar el cuerpo del niño con una toalla suave empapada en agua tibia. Trate de limpiar la delicada piel del bebé tan suavemente como sea posible. Una vez bañado, el bebé debe estar totalmente seco para evitar un enfriamiento.

Los pediatras no recomiendan sacar al bebé de paseo en medio de un período agudo de la enfermedad, especialmente en verano. Con la intensidad de la luz solar, la inflamación en la membrana mucosa de los ojos del bebé puede aumentar. Los rayos del sol pueden aumentar significativamente el dolor y el lagrimeo.

Durante los paseos, es importante cubrir la cara y la cabeza del niño con un sombrero ligero que tape la cabeza y el rostro del bebé. Para los bebés recién nacidos elija carriolas con viseras que lo protejan del sol.

Terapia específica

En el tratamiento de la conjuntivitis, es muy importante limpiar los ojos del niño de la forma correcta. Se humedece una almohadilla de algodón con agua tibia, pasándola por el ojo desde la esquina exterior hacia el interior. Las almohadillas deben ser diferentes para ambos ojos. Es recomendable hacer este procedimiento de 3-4 veces al día. También se puede usar infusiones de manzanilla o una solución débil de furacilina. Las soluciones no deben estar calientes para no causar daños adicionales.

Los medicamentos antibacterianos se usan para tratar la conjuntivitis bacteriana. Los bebés, desde el nacimiento, pueden usar Albucidum. Este medicamento destruye varios tipos de microorganismos y bacterias patógenas. La mayoría de las infecciones estafilocócicas se pueden tratar con albúcidas. En las maternidades se usa para bebés desde los primeros días de vida (para la prevención y el tratamiento de la infección ocular por gonorrea).

Un medicamento no menos efectivo para el tratamiento de la conjuntivitis bacteriana es "Levomycetin". El mecanismo de acción de este medicamento está dirigido a la destrucción de bacterias. Se usa para niños pequeños en el tratamiento de la conjuntivitis de diferentes variantes de flujo. Se puede usar en forma de ungüento oftálmico, que se coloca en el párpado varias veces al día.

Si desea saber cómo atender estas enfermedades en los ojos del niño, vea el siguiente video

Régimen diario

La organización de la rutina diaria juega un papel importante en el tratamiento de la enfermedad. Los recién nacidos deben descansar tanto como sea posible. El bebé en etapa de lactancia debe dormir al menos 12 horas al día mientras dure la infección. El sueño diurno ayudará al bebé a recuperar la fortaleza. Mientras el bebé duerme, es mejor cerrar las ventanas y evitar los rayos del sol. Esto ayudará a la rápida recuperación y curación de la membrana dañada.

Dieta terapéutica

Para restaurar el cuerpo del bebé, es recomendable una alimentación especial. A los recién nacidos debe amamantárseles en la medida en que ellos lo pidan. Los intervalos entre alimentación, no suelen ser más de 2-3 horas. Los anticuerpos protectores que se encuentran en la leche materna ayudan a la inmunidad de los niños que padecen la infección.

Los niños que no se alimentan solo de leche materna, deben comer cada 2.5-3 horas. Es mejor elegir productos que hayan pasado un tratamiento térmico suficiente y  preferiblemente platos de consistencia líquida. Una excelente opción serán los copos de cereales y el puré de carne. El complemento ideal de la dieta son las frutas o verduras (por edad). Para los bebés a los 10 meses, se agregan productos de leche agria fresca en una pequeña cantidad.

Durante el tratamiento, al niño se le debe administrar una cantidad suficiente de líquido. Los bebés torácicos deben ser hidratados con agua hervida limpia (además de la alimentación). Es especialmente importante cumplir con la cita de antibióticos. En este caso, la eliminación de toxinas bacterianas peligrosas ocurrirá más rápido, y el niño pronto se recuperará.

Prevención

El organismo de los bebés todavía es muy débil. El sistema inmune del bebé pasa por su desarrollo durante el primer año de vida. La protección más importante y la prevención de diversas enfermedades infecciosas en los niños pequeños, es la lactancia materna. La leche de la madre provee los anticuerpos protectores que ayudan a los bebés a sobrellevar varios patógenos de infecciones y a fortalecer la inmunidad.

Para prevenir la conjuntivitis, también es importante observar las reglas de higiene personal. Si la madre contrajo la infección durante el embarazo o la lactancia, el tratamiento debe iniciarse lo antes posible. Cuando se infectan bacterias de diferentes especies, se requiere la ingesta obligatoria de antibióticos. La lactancia durante el período de tratamiento de la madre, debe posponerse. En este momento, los lactantes se cambian a los alimentos con mezclas secas adaptadas.

Cada niño debe tener sus propios suministros higiénicos y toallas. El lavado de las cosas textiles de los niños es necesario diariamente. Después del lavado, todo debe ser planchado en ambos lados. Para limpiar el ojo durante los procedimientos higiénicos, es mejor usar discos de algodón estéril. Esto es especialmente importante para los bebés recién nacidos.

Las caminatas diarias al aire libre son una excelente manera de fortalecer la inmunidad de un bebé recién nacido. Elija un momento cálido para caminar. En clima frío, dé preferencia al calentamiento y la ropa cómoda. ¡No envuelva a su bebé! El sistema de la termorregulación del bebé no trabaja por completo en el primer año de vida. Si el bebé está excesivamente envuelto, puede sobrecalentarse e incluso enfermarse. Debe elegir la ropa de la temporada.

En el primer año de vida, el bebé debe incluir vitamina D en la dieta, lo cual es vital para los niños que viven en climas fríos. La ingesta adecuada de vitamina D en el cuerpo, ayuda a fortalecer la inmunidad del niño, previniendo posibles enfermedades infecciosas.

La conjuntivitis en los bebés en el primer año de vida puede ser una enfermedad bastante peligrosa. Con la administración oportuna del tratamiento, la enfermedad se cura bien y no entra en una forma crónica. El uso de varios medicamentos puede eliminar todos los síntomas desfavorables de la enfermedad y llevar a una recuperación completa.

Más sobre conjuntivitis en recién nacidos y bebés lo dirá el Dr. Komarovsky en el siguiente video.