Conjuntivitis en niños

Científicamente existen más de cien causas que conducen al desarrollo de la conjuntivitis. Una enfermedad bastante grave y muy común en los niños pequeños, que tratada inadecuadamente puede dar origen a complicaciones peligrosas.

Es una enfermedad incluida en la Clasificación Internacional de Enfermedades ICD-10, que afecta con frecuencia ambos ojos. En un tercio de los casos la inflamación puede ser solo unilateral. De acuerdo a las estadísticas, la conjuntivitis ocupa el lugar principal entre las enfermedades del ojo. 

Esta enfermedad se produce debido a la exposición del ojo a factores externos, que rápidamente originan la inflamación de la membrana mucosa.

La conjuntivitis común ocurre de una forma bastante sencilla, mientras que la conjuntivitis purulenta (acompañada por la supuración de pus del ojo) es menos frecuente y es causada por bacterias y virus.

Esta enfermedad puede ser causada por una variedad de agentes externos. La ciencia moderna divide los factores que desencadenan la enfermedad en varias categorías:

• Bacterial: En este caso, la fuente de la enfermedad son bacterias dañinas, que al entrar en la membrana mucosa del ojo causan una inflamación severa. La conjuntivitis bacteriana es muy difícil. En los niños, incluso pueden aparecer variantes purulentas de la enfermedad. Para el tratamiento, se requieren agentes antibacterianos especiales.
• Viral: Ocurre con más frecuencia, ya que a cada segundo un niño es llevado al médico con inflamación de la membrana mucosa del ojo, a menudo sin flujo de pus y se caracteriza por un lagrimeo fuerte y constante. En promedio, la enfermedad dura de 10 a 14 días. Para el tratamiento es necesario recetar medicamentos antivirales especiales en forma de gotas para los ojos, y en casos graves tabletas.
• Alérgico: Si un niño sufre de alergias, a menudo se produce conjuntivitis. En este caso, el bebé tiene todos los signos de una reacción alérgica: la temperatura del cuerpo aumentada, picazón en la piel y puede haber problemas en la respiración. El comportamiento del niño cambia, se vuelve menos activo y somnoliento. Los niños pequeños se niegan a comer.
• Traumático: En la vida cotidiana, un niño puede lastimarse accidentalmente. Los niños menores de tres años, tienen como actividad favorita tocar y probar todo como una manera de conocer lo que le rodea. Si le entra algo extraño en el ojo se puede dañar la membrana mucosa, dando inicio a una inflamación grave. En este caso, se debe llevar al niño al oftalmólogo.
• Químico: Al entrar alguna sustancia al ojo, la inflamación puede comenzar. La causa más común de conjuntivitis química es la entrada directa al ojo, de productos domésticos. Algunos bebés pueden tener esa inflamación después de bañarse con shampoo, debido a que la espuma o gel de ducha al entrar en los ojos puede provocar conjuntivitis.
• Conjuntivitis asociado a otras enfermedades: Muy a menudo ocurren en niños con enfermedades inflamatorias crónicas del oído. La exacerbación de la otitis, la sinusitis maxilar y otras enfermedades de los órganos otorrinolaringológicos, provoca inflamación en la membrana mucosa del ojo. Esto se debe a la proximidad directa de estos órganos entre sí, así como a la irrigación sanguínea por los mismos vasos sanguíneos. En tales casos, antes del tratamiento de la conjuntivitis, primero se debe curar la enfermedad crónica causante del proceso inflamatorio.
• Conjuntivitis congénita: En este caso, el bebé está infectado desde el útero de su madre. Si una mujer embarazada tiene una infección vital o bacteriana puede infectar fácilmente a su bebé. Los virus y las bacterias son muy pequeños y penetran fácilmente en la placenta, fluyendo rápidamente a través de la sangre a todo el cuerpo. Una vez en la membrana mucosa del ojo, causan conjuntivitis.

Como en cualquier proceso inflamatorio, ciertas etapas se reemplazán sucesivamente:

1. La presencia de un factor extraño en la membrana mucosa del ojo: Esto puede suceder de varias maneras. La mayoría de las veces, con contacto directo o con flujo sanguíneo. Al entrar en la membrana mucosa, el agente extraño actúa sobre las células y desencadena la inflamación.
2. Desarrollo de los principales síntomas clínicos de la enfermedad: En esta parte se activa el sistema inmune, luego de recibir una señal de que un agente extraño ingresó al cuerpo, al expulsar sustancias biológicamente activas, las células de la defensa inmune intentan limitar el proceso solo en la cavidad del ojo, evitando que se disemine por todo el cuerpo. La mayoria de las conjuntivitis ocurren en forma folicular sin complicaciones peligrosas.
3. El proceso de recuperación: Durante este período, gradualmente comienzan a desvanecerse todas las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Los síntomas inflamatorios desaparecen y se recupera lentamente. Sin embargo, esto es característico solo con el desarrollo favorable de la enfermedad. Los bebés debilitados o los niños con baja inmunidad, pueden experimentar complicaciones peligrosas. Para evitar esto incluso en la primera y segunda etapa, se requieren medicamentos especiales.

En las variantes virales de la enfermedad, el período de incubación suele ser de 5-7 días. Después de este tiempo, la enfermedad se transmite fácilmente de un niño enfermo a uno sano. Los virus son muy pequeños y se propagan fácilmente. Si los niños asisten a un jardín de infantes o van a la escuela, la probabilidad de infectarse aumenta significativamente. En los grupos atiborrados, los médicos notan un marcado aumento en el número de casos de conjuntivitis.

Después del período de incubación ocurre la segunda etapa de la enfermedad. En este momento la enfermedad ya es obvia y tiene todos los síntomas característicos. La conjuntivitis generalmente se manifiesta por los siguientes síntomas:

• Lagrimeo: En el 98% de los niños enfermos, el signo más clásico es el lagrimeo que molesta al bebé todos los días. Disminuye un poco por la noche y después del uso de gotas. Los primeros tres días de lagrimeo pueden ser intolerables. La descarga del ojo es ligera y en algunos casos puede ser sangrienta o con un tinte amarillo.
• Enrojecimiento del ojo: Los vasos ubicados en la superficie del globo ocular se enrojecen fuertemente y se vuelven muy visibles. En los niños con enfermedad grave, el enrojecimiento puede ser muy pronunciado. Los ojos se ven cansados. En casos severos, todo el espacio en blanco del ojo alrededor del iris, está pintado de rojo.
• Fotofobia: En relación con la inflamación en la mucosa, aparece este síntoma bastante desagradable. El niño no puede abrir los ojos durante el día. Los brillantes rayos de luz causan dolor  y aumentan el lagrimeo. En la oscuridad o cuando la habitación está sombreada, los niños se sienten mucho mejor.
• Aislamiento de pus: Esta característica ocurre a lo largo del día. En este caso se requieren obligatoriamente gotas oftálmicas antibacterianas. En casos severos, los médicos pueden prescribir antibióticos en píldoras e incluso inyecciones.
• Aumento de la temperatura corporal: Con un curso leve de la enfermedad, aumenta de 37-37.5 grados. En casos más severos o con la aparición de las primeras complicaciones, la temperatura aumenta a 38-39 grados. En el niño, el estado de salud empeora y la debilidad aumenta. Los niños se vuelven más volubles e intentan no abrir los ojos. El sueño nocturno y diurno traen alivio temporal.
• Sensación de cuerpos extraños o "arena" en los ojos: Este también es un importante signo de diagnóstico de conjuntivitis. Ocurre en más del 80% de los casos.
• Manifestaciones de una reacción alérgica: La temperatura aumenta en los bebés, puede haber una secreción nasal o congestión. En los niños con dermatitis atópica, aparecen manchas rojas con comezón en la piel. El niño se siente muy mal y no come bien.

La enfermedad tiene algunas variantes. Cuando surge por primera vez el proceso se llama agudo, y si después del tratamiento la enfermedad aparece tras de un tiempo, entonces se denomina crónico.

Con mucha frecuencia, la conjuntivitis suele tener una causa infecciosa. Los virus y las bacterias encabezan la lista de patógenos de inflamación en los ojos.

Sin embargo, la conjuntivitis también puede ser de naturaleza clamidial o fúngica. Tales variantes de la enfermedad se encuentran en niños debilitados o con inmunodeficiencias.

En los niños con baja inmunidad o enfermedades crónicas de los órganos internos, la conjuntivitis puede ser permanente y prolongada. Frecuentemente dentro del párpado superior también se produce inflamación, lo que complica mucho el tratamiento.

La conjuntivitis tiene manifestaciones clínicas bastante conocidas, por lo que confundirla con otras enfermedades inflamatorias del ojo es muy difícil. Sin embargo, no todos los niños desarrollan la enfermedad de la forma clásica, algunas veces los doctores utilizan métodos auxiliares para hacer un diagnóstico.

Para identificar el patógeno, los oftalmólogos pueden indicar pruebas de laboratorio especiales. La prueba más común y de rutina es un análisis de sangre general, para determinar qué tan grave es la enfermedad y también identificar la causa de la misma. Al analizar la sangre se puede determinar qué tipo de conjuntivitis es: viral o bacteriana.

En casos donde la enfermedad no ocurre normalmente, se requieren pruebas adicionales. El muestreo de sangre para la detección de anticuerpos contra diversas infecciones, también se usa a menudo en oftalmología pediátrica. Con esta prueba, se puede identificar la clamidia, los protozoos e incluso los hongos.

En las primeras etapas de la enfermedad, al niño se le realiza el análisis tomándole una lágrima o secreción del ojo. En el laboratorio se examina el material y se determina la causa de la enfermedad.

La terapia con medicamentos para la conjuntivitis es recetada por un oftalmólogo, que después de examinar al niño y realizar investigaciones adicionales, elige el tratamiento y la combinación de medicamentos necesarios.

Si la enfermedad es bacteriana, el médico definitivamente recomendará antibióticos. Entre los medicamentos más comunes se encuentran:

• "Albucid": Se usa en el tratamiento de la conjuntivitis casi desde el comienzo. El medicamento mata diversas formas de bacterias, incluidas las activas como estafilococos y los estreptococos.
• "Levomicetina": Se refiere a agentes antibacterianos. Se usa para tratar formas bacterianas de conjuntivitis. Frecuentemente designado ante la supuración de pus o la aparición de complicaciones.
• "Furacilin": Adecuado para lavar los ojos. Se usa en agua tibia, los ojos afectados se tratan con una solución suave 3-4 veces al día. Tiene un efecto nocivo frente a muchos microorganismos. 
• "Miramistin": Este es un buen antiséptico que permite matar microorganismos patógenos. Se utiliza para tratar procesos inflamatorios agudos, así como para eliminar los síntomas de los procesos crónicos. 
• Pomada de tetraciclina: Es un clásico en el tratamiento de la conjuntivitis de naturaleza infecciosa. Se prescribe en el período agudo de la enfermedad. El uso de la pomada de tetraciclina ayuda a eliminar la supuración, reduce el enrojecimiento de los ojos y previene el desarrollo de posibles complicaciones.

Los antibióticos están indicados en los casos en que la enfermedad es causada por bacterias. Todas las células bacterianas son sensibles a los medicamentos antibacterianos. Actualmente todos los medicamentos que tienen un efecto nocivo sobre las bacterias están disponibles en una variedad de presentaciones. En el tratamiento de la conjuntivitis, los oftalmólogos pueden recetar antibióticos en gotas o tabletas, y pomada con menor frecuencia.

El uso de gotas antibacterianas es más conveniente. La madre puede aplicarlo fácilmente en casa por 7- 10 días. En casos más severos, los médicos pueden extender el período a dos semanas.

Solo un doctor debería recetar un antibiótico. La autoadministración de drogas de este tipo es altamente peligrosa. Si los agentes antibacterianos se usan incorrectamente, en lugar de un efecto positivo y la recuperación, pueden surgir complicaciones con numerosos efectos secundarios.

Es posible curar la conjuntivitis en casa y sin el uso de antibióticos, todo depende de la causa de la enfermedad. Con la conjuntivitis viral no se requieren antibióticos. Después de consultar a un oftalmólogo, los bebés con una variante fácil de la enfermedad, pueden someterse a un tratamiento en el hogar (bajo la supervisión de un médico).

Frecuentemente, los bebés recién nacidos son hospitalizados porque su sistema inmunitario aún no es muy efectivo. Esto puede conducir a complicaciones peligrosas. La provisión de atención médica calificada, permite acelerar la recuperación y evitar la transición de un proceso agudo a una forma crónica.

La duración del tratamiento de la conjuntivitis depende de la causa de la enfermedad.

Si el niño está debilitado o si tiene alguna enfermedad crónica de otros órganos, la conjuntivitis puede tomar más tiempo en sanar. En los niños debilitados con un nivel reducido de tratamiento inmunológico, la enfermedad inflamatoria del ojo puede demorar hasta un mes.

En medio de una enfermedad, no debería salir a la calle. Es mejor esperar unos días hasta que se sienta mejor. Cuando el niño tiene fiebre o un lagrimeo pronunciado, caminar afuera es peligroso porque la mucosa inflamada es muy sensible a diversas irritaciones. Los rayos del sol pueden dañar los ojos e intensificar el lagrimeo.

Después de que la inflamación disminuye los bebés pueden salir a la calle. En los primeros días después de un período agudo de la enfermedad, es mejor usar gafas de sol. Para bebés o recién nacidos durante las caminatas, un cochecito de bebé con una gran visera del sol es perfecto. Para los niños más grandes, adecuadas gorras de béisbol que le dan sombra a la cara y protegen los ojos de la luz solar, también son ideales. 

Con la disminución de la inflamación, los bebés pueden nadar de nuevo. No se recomienda la exposición prolongada al agua:

• Para bebés menores de cinco años, un baño higiénico es suficiente.
• Es mejor para los niños mayores bañarse en la ducha.

Cuando surgen complicaciones la conjuntivitis, es una enfermedad bastante peligrosa. Los niños pueden sufrir de la visión, y en algunos casos después de la conjuntivitis hay complicaciones en la percepción del color; en este estado los más pequeños confunden los colores, no perciben todos los tonos de la paleta. Sin embargo, es muy raro que se produzca.

La supuración es también una de las complicaciones más comunes de la conjuntivitis.

Las medidas preventivas ayudan a evitar en gran medida, el desarrollo de enfermedades oculares inflamatorias. La conjuntivitis infecciosa se transmite de un niño enfermo a uno sano muy rápidamente. Para no infectarse es necesario recordar las medidas preventivas importantes:

• Use solo sus propias toallas: En ningún caso debe limpiar la cara de los niños con toallas de otras personas, ya que los microorganismos se acumulan muy a menudo en el tejido. En un paño cálido y húmedo se reproducen muy rápidamente. Durante la limpieza de la cara, las bacterias penetran fácilmente en la mebrana mucosa del ojo y causan inflamación.
• Realice regularmente procedimientos higiénicos para los ojos: Esto es especialmente necesario para recién nacidos y bebés. Limpie los ojos con discos de algodón empapados en agua tibia hervida, todas las mañanas y antes de acostarse. Si se produce irritación o enrojecimiento de los ojos, busque atención médica de inmediato.
• Fortalece la inmunidad: Los bebés que tienen defensas inmunes fuertes, son menos propensos a padecer diversas enfermedades inflamatorias. La nutrición adecuada, el sueño efectivo y los paseos al aire libre, fortalecen significativamente la inmunidad y hacen que los bebés sean más resistentes a diversas enfermedades infecciosas.
• Evita la infección masiva: Si un niño acude a un jardín de infantes o escuela cuando ocurre una epidemia de conjuntivitis, es necesario evitar las visitas. Por lo general la duración de la cuarentena forzada es de 7 a 10 días.

La implementación de todas las medidas preventivas ayudará a evitar la enfermedad. Sin embargo, debe recordarse que cuando un bebé tiene lagrimeo o enrojecimiento de los ojos, no es necesario realizar un tratamiento en el hogar. Primero debe llevarlo al oftalmólogo, él prescribirá el tratamiento correcto que ayudará al bebé a recuperarse rápidamente. Esto eviatará la transición de la enfermedad aguda a crónica.