Inflamación en las encías del niño

Los bebés y los niños pequeños chupan, y lo muerden todo. Suelen llevarse constantemente a su boca cualquier objeto, sus manos o sus pies; necesitan explorar el mundo que les rodea. Por esto muy a menudo aparecen enfermedades en la cavidad oral. Los padres muy atentos a la salud del niño notan inmediatamente que algo anda mal en la boca, por ejemplo, si hubo un crecimiento o inflamación extraña en la encía. ¿Por qué surge una alteración así y cómo puede aliviarse o curarase esta condición?

¿Qué puede ser esta inflamación?

Muy a menudo, los padres al explorar la boca del niño, se enfrentan a una situación en la que el bebé tiene una inflamación de color rojizo en la encía. Esta alteración formada en la encía puede causar incomodidad en los niños e interferir con la ingesta de alimentos, algunas veces sangra, y puede ser muy dolorosa.

Además, muchos niños pueden formar en la zona de la encía unos pequeños bultitos blancos de una estructura bastante densa parecida a la de una pequeña perla.

Causas de su aparición

Estas protuberancias o bultos que crecen en las encías del niño pueden ocurrir:

  • Cuando un nuevo diente entra en erupción. Es natural que en sus encías se hinchen, antes del surgimiento del primer diente de leche en el bebé, primero aparece un pequeño bulto de color blanco en la encía. En otros casos en niños un poco mayor, la acumulación puede aparecer sobre el diente de leche, cuando es momento de erupción permanente, y el diente de leche no se ha caído. En tal situación, el diente molar trata de erupcionar más alto, lo cual parece una inflamación de la encía.
  • Con las caries no tratada, la infección penetra en los tejidos profundos del diente y causa complicaciones como la periodontitis. En este caso, es una inflamación de los tejidos que se encuentran alrededor de los dientes (encías, ligamentos, huesos). El resultado puede ser la pérdida gradual de los dientes o la formación de bolsas alrededor de los dientes con sangrado de encías, enrojecimiento e hinchazón.
  • Debido a una lesión, por ejemplo, si el niño se golpeó la encía, se lastimó con algo afilado, se mordió, o el cepillo lo uso incorrectamente. En tal situación, a el bebé se le formo un quiste en la encía. Es un saco o cavidad rodeada de una membrana, que contiene aire, liquido, material semi-sólido. En general no duele, a no ser que se infecte. Otra alteración en forma de llaga es el épulis. Es un crecimiento benigno que no molesta a al bebé y no duele si se le aplica presión. Es rojizo, flácida y con una superficie áspera, si se le presiona puede sangrar. Este épulis al desarrollarse puede adquirir una apariencia de racimo, causando molestias durante la masticación e incluso puede sangrar. Menos común es la forma de célula gigante, que se distingue por su coloración rojo-azul y tuberosidad, así como por la facilidad del trauma.
  • Cuando aparecen quistes en las encías. Tal acumulación será de una estructura suficientemente densa, ya que en el interior del quiste a menudo contiene líquido, y un olor desagradable puede emanar de la boca del niño.
  • Cuando se desarrolla una neoplasia en las encías. Aunque es bastante raro, pero se puede presentar como una úlcera, son más comunes los de la cara interna de la encía. El crecimiento en un niño puede ser un síntoma de cáncer.

¿Qué se debe hacer?

No ignore la aparición de cualquier protuberancia en las encías del niño, por lo tanto, cuando crece una acumulación, en la encía del niño por muy pequeña que sea, se debe mostrar inmediatamente al dentista. Solo un médico calificado puede determinar por qué un niño tiene ese problema y cómo tratarlo adecuadamente. Cualquier remedio casero solo puede usarse como complemento del tratamiento del dentista.

Si el médico descubre que en el borde de la encía existe un pequeño abultamiento que está representado por un diente en erupción, solo dará recomendaciones sobre la higiene oral y la eliminación desíntomas incómodos del proceso de erupción. Si el abultamiento causó una infección, el dentista inmediatamente comenzará a tratar los dientes para evitar su diseminación en la cavidad oral.

Con una infección profunda en las raíces del diente de leche, en la mayoría de los casos se extrae el diente para que las bacterias no penetren en el diente permanente.

En una situación cuando en la encía se presenta una inflamación y resulta ser un quiste, que le molesta al niño, con frecuencia se realiza una pequeña intervención para eliminarlo. Además, el quiste puede inflamarse e infectarse, lo cual también es una justificación para eliminarlo, antes de que se convierta en una fuente de infección en la boca. El tratamiento quirúrgico también se usa cuando se encuentra épulis.