¿Cuál debería ser la presión sanguínea normal en el embarazo y qué debo hacer si tengo anormalidades?

En la mujer embarazada el nivel de presión arterial es un indicador importante de su salud, se mide en cada visita al ginecólogo-obstetra durante todo el período de gestación.

En este material se indicará cúal debería ser la presión normal de las mujeres embarazadas y qué hacer si los valores se devían de lo normal.

Indicaciones

Con un tensiómetro se mide la presión sanguínea en las mujeres embarazadas. De hecho se determina la presión sanguínea en las paredes internas de los vasos sanguíneos.

El resultado se expresa en dos números escritos a través de una fracción. El primer número muestra la presión superior o sistólica: es el indicador de la presión arterial en el momento del estrés del músculo cardíaco y su contracción. El segundo número muestra la presión más baja o presión diastólica: es el índice de presión en el momento de la relajación cardíaca.

El nivel de presión depende del volumen de sangre que en un segundo bombea el corazón. Pueden afectar el bienestar general de las mujeres a cualquier hora del día así como también su peso y el estado psicológico.

La presión aumenta cuando la mujer está nerviosa, sin embargo los alimentos y bebidas pueden influir por ejemplo: el té fuerte aumenta el nivel de presión arterial.

Durante el embarazo el cuerpo de una mujer trabaja en un modo diferente, todos los órganos y sistemas funcionan al límite de sus capacidades con la finalidad de proporcionarle al bebé todo lo necesario para su crecimiento y desarrollo normal.

La presión arterial sobre los vasos sanguíneos en las mujeres embarazadas depende de factores específicos característicos de su estado.

Por lo tanto en el primer trimestre gran cantidad de la hormona progesterona se produce en su cuerpo con la finalidad de preservar al embrión y crear todas las condiciones para su desarrollo.

Sin embargo el efecto secundario de esta hormona es la relajación de las paredes vasculares trayendo como consecuencia que en el primer trimestre la presión pueda ser algo menor. El volumen de la sangre circulante en la madre aumenta más de 2 veces durante el periodo comprendido entre 28-32 semanas.

Las fluctuaciones aceptables del aumento de la presión en la primera mitad del embarazo son: 5-15 mm Hg en relación con la norma sistólica y en 5-10 mm Hg- presión diastólica. En general la presión se considera normal 120/80.

Tabla de normas adoptadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Condición

Nivel de presión sistólica, mm Hg

Nivel de presión diastólica, mm Hg

Presión reducida (hipotensión)

Estado óptimo

Menos de 100

Menos de 60

Norma

120

80

Aumento de la presión (condición modera)

130-159

85-99

Hipertensión de severidad moderada

160-179

100-109

Hipertensión severa

180 y más

110 y más

La pregunta sobre cuál debería ser la presión de una mujer embarazada, es dificil de responder. Para comprender mejor qué está sucediendo con este indicador tan importante en el período de embarazo, una mujer debe saber qué presión es normal para ella.

Hay mujeres que siempre tienen una presión sanguínea en el rango de 90/60 o de 100/70 y son alegres, de buen comportamiento por lo que esta hipotonía no se considerará patológica.

En estas mujeres hipotónicas el aumento de la presión a valores "casi normales" por ejemplo: 130/80 indica signos de hipertensión. Mientras que para una mujer que lo normal es 120/80 un aumento tan leve en el nivel de la presión superior (en 10 mm Hg) no causará ningún inconveniente.

Algunas veces con las fluctuaciones en la presión arterial se presentan síntomas como: dolores de cabeza, náuseas y mareos pero a menudo la mujer embarazada ni siquiera adivina que el nivel de su presión arterial está lejos de lo normal.

En las consultas de control del embarazo, los médicos siempre miden este indicador y también recomiendan que si tienen la posibilidad de hacerlo entre visitas a la consulta lo hagan.

Causas para el aumento.

El volumen de flujo sanguíneo aumenta en todas las mujeres embarazadas pero no todas tienen presión alta debido a esto. La aparición de la hipertensión se debe a muchos factores adicionales que automáticamente hacen que la mujer pertenezca al grupo de mayor riesgo:

  • Predisposición genética (herencia).
  • Embarazos múltiples.
  • Obesidad y un gran aumento de peso antes del embarazo.
  • Presencia de diabetes, así como diabetes gestacional.
  • Enfermedades del sistema cardiovascular.
  • Enfermedades crónicas del riñón y el hígado.
  • Hipertensión habitual (en ausencia de enfermedades concomitantes).
  • Estrés (efectos psicológicos adversos prolongados)
  • Régimen irracional: tiempo de sueño insuficiente, abundancia de alimentos salados en la dieta.
  • La edad de la futura madre es más de 35 años o menor de 18 años.

Causas del declive o bajada.

La disminución de la presión también tiene motivos fisiológicos, ya que en el primer trimestre del embarazo se forma la placenta por lo tanto hay formación de nuevos vasos.

Se habla de un declive natural cuando la oscilación ocurre dentro de los 10 mm de Hg. Si la presión sanguínea normal de 120/80 en la mujer cae a una lectura de 90/60 entonces es tan inquietante como el crecimiento del indicador. Las causas de la hipotensión pueden ser:

  • Un estilo de vida sedentario de la mujer asociado con una estancia prolongada en una pose casi inmóvil, puede ser por trabajo, hobby entre otros. 
  • Estrés a largo plazo, angustia emocional.
  • La pérdida de sangre después de una hemorragia o cirugía.
  • Estado de deshidratación.
  • Prolongada falta de sueño.
  • Desnutrición.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Enfermedades ulcerosas del sistema digestivo.
  • Funcionamiento insuficiente de la glándula tiroides.
  • Enfermedades infecciosas en etapa aguda.

Peligros y riesgos

El mayor peligro al aumentar la presión durante el embarazo es la gestosis. Con ella una mujer generalmente tiene hinchazón y al realizar un examen de laboratorio se registra la presencia de proteínas en la orina. La gestosis es peligrosa tanto para la mujer como para su hijo ya que puede causar la muerte de ambos.

La alta presión crea la formación de espasmos en los vasos sanguíneos provocando hemorragias en varios órganos, incluido el cerebro. La probabilidad de trombosis y de deshidratación aumenta. Siendo la consecuencia más terrible el desprendimiento prematuro de la placenta trayendo consigo la muerte intrauterina del bebé.

Las estadísticas son alarmantes: cada décima mujer con gestosis leve da a luz antes de la fecha de parto y a veces el niño aún no está listo para la vida.

En promedio dos de cada diez mujeres con gestosis experimentan un nacimiento prematuro y en casos severos de cada diez mujeres tres o cuatro acuden al parto antes del tiempo indicado.

La preeclampsia prolongada que se produce lentamente sin repentinos aumentos de presión a menudo causa una deficiencia intrauterina de oxígeno, por lo tanto el niño desarolla hipoxia que deja huella en el desarrollo mental y físico del bebé así como en su inmunidad.

El peligroso aumento de la presión arterial durante el parto crea una amenaza de sangrado severo, una gran pérdida de sangre e incluso la muerte de la mujer. Por lo tanto con bastante frecuencia se toma una decisión sobre una cesárea temprana para salvar al bebé y a su madre.

Si la presión arterial alta no se acompaña de la aparición de proteínas en la orina y la hinchazón, entonces no se habla de gestosis como tal. La hipertensión gestacional clásica es menos peligrosa pero sin duda daña al niño y a la madre por lo tanto requiere de intervención y asistencia.

El peligro de la presión arterial baja radica en el hecho de que la sangre entra en hipotensión a los órganos mucho más lentamente y en cantidades más pequeñas, trayendo consigo el desarrollo de inanición del oxígeno en téjidos de la madre (cerebro, corazón) e hipoxia del feto.

La futura madre con presión arterial baja tiene un mayor riesgo de desarrollar insuficiencia fetoplacentaria, retrasando el desarrollo intrauterino del bebé originando el nacimiento de un bebé pequeño así como los riesgos de aborto espontáneo a una edad temprana o nacimientos prematuros.

La presión arterial baja agrava el curso de la toxicosis de las mujeres embarazadas. Frecuentemente durante el trabajo de parto en las mujeres con presión arterial baja se produce debilidad de la fuerza de trabajo lo que origina una cesárea de emergencia. Cabe mencionar que la recuperación después del parto en estas madres es más lenta y los riesgos de complicaciones en forma de hemorragia prolongada son mayores.

Síntomas de la hipertensión.

La mujer puede saber si la presión es elevada tomando en cuenta lo siguiente:

  • Dolor de cabeza que avanza con el aumento de la presión.
  • Sensación de parpadeo de moscas delante de los ojos.
  • Ataques de mareo repentino.
  • Una sensación de repulsivas náuseas que en algunos casos puede estar acompañada por la aparición del vómito.
  • Ruido en los oídos.
  • Manchas rojas en la piel (cara, en el cuello y el pecho).

A veces la hipertensión ocurre sin síntomas en absoluto y esto se considera muy peligroso. Es posible que el impacto negativo en el niño permanezca inadvertido por falta de quejas objetivas.

Síntomas de hipotensión

La presión puede bajar gradualmente y fluir progresivamente pero una fuerte o significativa disminución por debajo del nivel normal puede ir acompañada de los siguientes síntomas:

  • Una sensación de pesadez en la cabeza que se intensifica cuando se mueve.
  • Aumento de somnolencia, una sensación de debilidad y fatiga.
  • La aparición de disnea que se vuelve más pronunciada incluso con un ligero aumento de actividad física.
  • Náuseas y mareos con un aumento brusco de la posición del cuerpo.
  • Episodios de pérdida de conciencia y desmayos.

¿Cómo normalizar la presión?

Presión Alta

Es peligroso tomar una decisión sobre la elección de un método para normalizar la presión arterial durante el embarazo. Es recomendable comunicarse con su doctor.

Para reducir los valores de la presión arterial generalmente se prescribe un tratamiento complejo que incluye corrección de estilo de vida y medicamentos. Los médicos en la mayoría de los casos no se oponen al uso de remedios caseros ya que la elección del medicamento durante el embarazo es muy limitada.

Si el tratamiento es complejo y la mujer cumple con todas las recomendaciones del médico se puede lograr un mejor efecto.

Si los problemas con el aumento de la presión arterial comienzan en el primer trimestre los doctores intentan hospitalizar a la mujer embarazada para tratarla bajo supervisión constante. Desde las 28 semanas cuando aumenta la presión de la mayoría de las mujeres embarazadas, las que presentan presión arterial también están sujetas a hospitalización.

En el tercer trimestre después de la semana 36, ​​una mujer también puede ser ingresada al hospital debido a que los médicos necesitan tiempo para llevar su nivel de presión a una tasa relativa antes de dar a luz o para prepararla para una cesárea planificada.

Entre las recomendaciones generales para reducir la presión arterial se encuentra el cumplimiento del régimen de sueño diario que consiste en al menos 8-10 horas de sueño nocturno y una hora y media de sueño durante el día.

Es necesario restringir la carga sobre el sistema nervioso, eliminar todos los factores de estrés y limitar el esfuerzo físico intenso. De la dieta es necesario excluir la abundancia de sal, consumiendo menos de cinco gramos por día.

Se debe controlar el régimen de bebidas, no beber muchos líquidos, pero si evitar las deshidratación.

Una futura madre con presión arterial alta debe caminar sin impedimentos al aire libre. Es peligroso tomar baños calientes con alta presión por lo que es mejor limitarse a una ducha tibia.

Puede tomar jugos naturales frescos: zanahorias, arándanos, té con manzanilla así como bebidas calientes de hojas de menta y valeriana.

Tan pronto como el médico diagnostique a una mujer con hipertensión, ella debe tener un tensiómetro para medirse la presión dos veces al día, por la mañana y por la noche registrando luego los resultados en esta tableta:

Hora del día

AD - brazo derecho e izquierdo

Estado de salud

Drogas o medidas tomadas

10.00

135/80

135/80

No tengo quejas, todo está en calma

té con manzanilla.

18.00

140/90

140 a 90

Dolor de cabeza, fatiga, mareos, nerviosismo

Tratamiendo recomendado por el médico

Es importante medir la presión en las dos manos, ya que la diferencia entre los índices es en sí misma una razón para ir al médico. Debe llevar la tableta llena a la próxima cita para que el médico pueda evaluar la dinámica de la presión arterial y tomar una decisión más precisa sobre la continuación o la retirada de los medicamentos así como también la necesidad de hospitalización.

Si la mujer embarazada además de la presión tiene otros signos de gestosis (hinchazón), debe tener otra tabla en el que pueda indicar diariamente la cantidad de líquido que se bebió y la cantidad que se le asigno. Esto ayudará a comprender cómo funcionan los riñones y si han comenzado complicaciones graves.

Los medicamentos para controlar la presión arterial alta tienen efectos secundarios que afectan el crecimiento del bebé cuando la mujer esta embarazada, por eso su elección es muy limitada y solamente los médicos prescriben aquellos que ya han sido probados durante largos años de práctica médica.

Si la presión aumenta levemente, a la mujer se le recetarán medicamentos con un efecto sedante suave o valeriana y preparaciones naturales.

En el hospital, la elección de los medicamentos es más amplia y se recomiendan medicamentos que no pueden tomarse en casa sino bajo supervisión de un médico.

Presión Baja

Si la presión se reduce ligeramente y la mujer se siente bien, los médicos suelen elegir una táctica de espera. Con una disminución de la presión se le recomienda a la futura madre comer un trocito de chocolate y una bebiada dulce como por ejemplo té caliente.

Por lo general esto permite normalizar una ligera disminución, por ejemplo: 100 a 50 o 90 a 50. Se prescribe un tratamiento más complicado cuando la disminución viene acompañada de estados inconscientes.

Para aumentar la presión arterial también se usan remedios caseros, no sin antes revisar el estilo de vida. Dormir no menos de 9-10 horas por la noche, durante el día una hora y media. Un estilo de vida sedentario ayuda a la reducción de la presión arterial por lo que se recomienda caminar al menos una hora.

La mujer con baja presión arterial está contraindicada por estar de pie. Si se siente mareada, recuéstese o siéntese y levante las piernas ligeramente, colocando una almohada debajo de ellas.

Durante la gimnasia que necesariamente debe estar en la vida cotidiana de una mujer embarazada no realice ejercicios relacionados con giros e inclinaciones del cuerpo. Si la presión arterial es baja, es mejor dormir con una ventana abierta lo que garantiza un acceso constante al aire fresco.

Es bueno para las futuras madres con hipotensión ir a nadar, si puede inscribirse en cursos de aeróbicos acuáticos cercanos mejor.

Cuando la presión arterial es baja los alimentos deben ser ricos en proteínas, carbohidratos y grasas saludables, así como vitaminas y oligoelementos. La embarazada definitivamente debería comenzar a tomar complejos multivitamínicos diseñados específicamente para ellas.

Para elevar la presión es recomendable tomar una ducha de contraste y luego darse un masaje de la siguiente manera: con los dedos índices realizar movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj en dos puntos estratégicamente importantes, primero entre el labio superior y la naríz ( en el centro), segundo entre el labio inferior y el mentón (también en el centro).

Al ducharse se debe tomar en cuenta que la temperatura del agua no haga un contraste demasiado pronunciado, esto puede provocar una amenaza de aborto.

Las plantas medicinales con las que se pueden preparar té para aumentar la presión crecen en todas partes pero también se pueden comprar en cualquier farmacia. Los té de frutas y flores se pueden tomar calientes 3-4 veces al día en pequeñas porciones. Lo importante es que no estén demasiado fuertes.

Otra manera es consumir frambuesas para aumentar la presión. Se pueden comer en forma pura, mermelada o compota. Puede consumir miel, nueces y frutas secas.

Si le aconsejan comer salado para aumentar la presión no lo haga porque la sal ayuda a aumentar la presión sanguía en las paredes de los vasos sanguineos pero también causa hinchazón lo que no es recomendable para la mujer embarazada.

El médico prescribe medicamentos para aumentar la presión cuando ninguno de los métodos da resultado o los ataques de presión arterial baja son muy frecuentes.

Teóricamente todas las drogas que pueden aumentar la presión arterial representan un peligro para la placenta ya que actúan de la misma manera, estrechando los vasos sanguíneos. Por lo tanto el uso de medicamentos es una medida extrema cuando el riesgo de su impacto es menor que el riesgo de perder el embarazo debido a una presión arterial baja.

Las mujeres que generalmente tengan presión baja deben medírsela dos veces al día independientemente del nivel y anotar para luego mostrar al médico en la próxima cita.

Según el ministerio de salud, la mujer con baja presión arterial tiene que acudir a un neurólogo. Pero las futuras madres con tal problema tienen menos probabilidades de ser hospitalizadas que las mujeres con presión arterial alta.

La mayoría de los casos de hipotensión se pueden tratar en el hogar en condiciones habituales para la futura madre. Solo las mujeres con saltos de presión y desmayos son llevadas al hospital para su hospitalización.