Ventajas y Desventajas de la Vacuna contra la Influenza en niños

Todos los años en otoño, los padres son alentados a vacunar a los niños y contra la gripe. Al tiempo, que muchas personas dudan si es necesaria, porque no está incluida en la lista de vacunas obligatorias y genera opiniones muy contradictorias.

• La vacunación ayudará a protegerse de una enfermedad peligrosa, que es especialmente prolífica en  período de epidemias. La efectividad de las vacunas modernas contra la influenza se estima en 70-90%.
• Este porcentaje es muy importante en el caso de niños, ya que en los niños pequeños, la influenza suele desarrollar complicaciones graves y hospitalización.
• Es más barato vacunar al niño que tratar la gripe. Además, la madre no tendría que tomar una baja por enfermedad, para atender al niño.
• Alentando a un gran número de personas, puede lograr el surgimiento de la inmunidad colectiva.
• Las vacunas modernas tienen una composición mejorada: reducen la dosificación de antígenos mientras mantienen la eficacia, y los conservantes no contienen mercurio.
• Las vacunas se presentan en dosis de jeringa, lo que evita errores durante la inyección.
• Gracias a la vacunación, la cantidad de complicaciones en la gripe se reduce en un 30% y la tasa de mortalidad en un 50%.
• La vacunación contra la gripe en un 50-60% es efectiva contra otras Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).
• Las vacunas contra la gripe se caracterizan por desarrollar pocos síntomas o reacciones adversas, de manera que pueden administrarse de forma concomitante con otras vacunas.

Los síntomas de la influenza usualmente afectan a los niños en forma severa: la fiebre aumenta de 39 a 40 grados, lo que aumenta el riesgo de convulsiones febriles,  fuertes dolores de cabeza, la condición general está se deteriora notablemente.

Además, si un niño tiene enfermedades crónicas, el virus de la gripe hace que empeoren. Especialmente afectando su sistema nervioso y cardiovascular.

La conveniencia de la vacunación contra la influenza es un tema controversial. Algunos de los argumentos de sus detractores son los siguientes:

1. La vacuna "funciona" solo unos pocos meses. Esto es cierto, porque el medicamento se crea sobre la base de virus circulantes, y para el final del invierno pueden aparecer nuevas cepas, por lo que el riesgo de infección permanece latente.
2. Las vacunas contra la gripe peculiares, producen una reacción de vacuna con síntomas como fiebre, así como un edema en el sitio de la inyección.

Se recomienda la inmunización contra la influenza para:

• Niños propensos a enfermedades.
• Bebés que tienen enfermedades crónicas, así como malformaciones del sistema respiratorio.
• Niños con enfermedades cardíacas y el sistema nervioso central, incluidas las malformaciones congénitas.
• Niños que tienen enfermedades de la sangre, patologías renales, o enfermedades endocrinas.
• Niños que asisten al jardín de infancia o escuela.
• Niños con inmunodeficiencias, incluidas las causadas por medicamentos.

No puede vacunar al niño contra la influenza cuando presenta:

• Alergias a los huevos de gallina (en su base se crean vacunas contra esta infección);
• Exacerbación de una enfermedad crónica o alérgica (la vacunación se recomienda solo 2 semanas después de la recuperación);
• Infecciones Respiratorias Agudas y fiebre;
• Reacciones serias a la vacunación contra la influenza en el pasado.

En la mayoría de los casos, las vacunas contra la gripe no causan reacciones peligrosas para el niño. Sin embargo, para que la vacuna se transfiera bien, sea efectiva y no produzca reacciones adversas, es importante vacunar al niño antes de la epidemia, entonces su inmunidad no se sobrecargará innecesariamente. También se recomienda que el día antes de la inmunización, el día de la vacunación y el día siguiente para tomar un antihistamínico para prevenir la aparición de las reacciones adversas a la vacuna.

El conocido pediatra afirma que las vacunas contra la gripe funcionan, por lo que la vacunación vale la pena. En niños pequeños, la inmunización tiene sus propias características. Si el bebé no se enfermó antes de la gripe y no se vacunó contra esta enfermedad, necesita una doble inyección de la vacuna con un intervalo de aproximadamente un mes.

Para los padres que dudan si vale la pena inocular a su niño con un virus tan mutable, el Dr. Komarovsky recuerda que en todo el mundo hay muchos laboratorios virológicos que determinan los tipos de virus que circulan entre las personas. Anualmente, al final de la primavera, brindan un pronóstico de los virus de influenza que las personas enfrentarán en el otoño, después del cual comenzarán a producir la vacuna. Para septiembre, todos los fabricantes de vacunas conocidas están suministrando medicamentos que incluyen varias variantes del virus con más probabilidades de ser encontradas por una persona este año.

Se debe consultar al pediatra que atienda al niño la necesidad o no de vacuna contra la influenza. Y este tomará en cuenta las particularidades del organismo del niño y sacará conclusiones sobre cómo este tolerará la inoculación. Adicionalmente, los padres que quieren garantizar la salud de sus hijos y prevenir posibles complicaciones, se recomienda que realicen pruebas de sangre y orina, y adicionalmente asistan a consulta con un inmunólogo.

La vacunación generalmente se realiza en septiembre u octubre, para que ante una posible epidemia ya los niños tengan protección inmunológica. Si se vacuna después puede coincidir con el período de incubación de la enfermedad y no afectar la posibilidad de infección. Dado que la composición de las vacunas cambia todos los años, por estar asociada a la mutación del virus, se recomienda la vacunación anual de niños y adultos.

Aunque la vacuna contra la gripe es poco reactogénica, como cualquier otro tipo de vacuna, afecta el funcionamiento del sistema inmunologico, por lo que siempre existe el riesgo de reacciones negativas. Si observa a un niño que recibió recientemente una vacuna contra la influenza, cualquier síntoma adverso, como una fiebre importante o una reacción local a la inyección, debe ser referido a un médico. Él determinará las causas del deterioro y ofrecerá tratamiento.