Angina o amigdalitis viral en niños

La angina o amigdalitis puede contraerse a cualquier edad, sin embargo, es más severa en bebés. Muy a menudo, la angina ocurre en un contexto de infección viral.

Causas

El virus es la segunda causa más frecuente de la angina en la infancia, después de las bacterias. Muy a menudo, el desarrollo de la angina aguda produce infección por adenovirus, gripe y parainfluenza, así como herpes.

La incidencia de estas formas de angina ocurre en niños entre 3 y 7 años.

Los niños más vulnerables son aquellos que asisten a instituciones educativas. En colectivos grandes las infecciones virales generalmente se propagan con mayor velocidad.

Las manifestaciones sistémicas de la angina viral incluyen síntomas catarrales como moco y tos. En la angina bacterial estas manifestaciones generalmente no ocurren.

Las formas virales de la enfermedad usualmente duran entre 5 y 7 días y luego el niño se recupera completamente.

¿Cómo se contagia?

Una persona puede enfermarse de la garganta después de cualquier contacto con otra persona infectada. La forma de infección más frecuente es por vía aérea.

La persona enferma expulsa los virus cuando estornuda o durante una conversación. Los virus pueden permanecer en el medio ambiente durante un tiempo sin perder vitalidad. Cuando entran en contacto con las membranas mucosas de otro niño, los virus comienzan a multiplicarse rápidamente y provocan el desarrollo del proceso inflamatorio.

Otra forma bastante frecuente de infección es el contacto.

El contacto se produce cuando los niños juegan compartiendo juguetes o cuando comparten platos para comer, situaciones que suceden dentro de la familia o en el jardín de infantes. La falta de higiene personal también provoca infección.

Síntomas

Las primeras manifestaciones clínicas de la enfermedad aparecen después del período de incubación. En la angina viral, es aproximadamente de 1 a 3 días.

En algunas formas de infección el período de incubación puede durar hasta una semana. En este tiempo, como regla general, el niño no presenta ningún síntoma de la enfermedad y nada le molesta.

Las principales manifestaciones de la angina viral en la infancia son:

  • Aumento de la temperatura corporal. Por lo general, se eleva a 38 o 39 ºC durante el primer día y persiste por un par de días. Cuando hay temperatura corporal alta, se produce fiebre intensa y aumenta la sudoración.
  • Dolor en la garganta al tragar. Cualquier alimento, especialmente con partículas sólidas, puede causar dolor.
  • Enrojecimiento de la garganta y agrandamiento de las amígdalas. Se vuelven de color rojo brillante y aparecen erupciones, así como puntos blancos. En la angina viral no hay corteza purulenta, síntoma que se encuentra solo con una infección bacteriana.
  • La ampliación de los ganglios linfáticos periféricos. La mayoría de las veces el occipital y el submandibular se vuelven bastante densos y causan dolor al tacto.
  • Dolor de cabeza intenso, disminución del apetito y cambio en el estado general. El niño se vuelve caprichoso, se niega a comer y desea pasar más tiempo en la cuna. Con las altas temperaturas, aumentan los síntomas de sed y sequedad en la boca.

¿Cómo se observa la garganta?

Con la angina viral las amígdalas se agrandan, se tornan rojas y se producen erupciones. Toda la faringe y la orofaringe cobran un color escarlata.

En las variantes adenovirales de la enfermedad, se forman puntos blancos, como gránulos de mijo blanco, guardando cierta distancia entre ellos.

Por lo general, en el 4º y 5 º día de la enfermedad se abren dejando salir un líquido.

En el sitio de las burbujas anteriores hay áreas con erosiones y llagas. La superficie de las amígdalas se afloja y sangra con facilidad cuando se toca.

Una semana después de la aparición de la amigdalitis por herpes, las amígdalas quedan libres de vesículas y úlceras.

Diagnóstico

Después de la aparición de los primeros signos de la enfermedad se debe llevar el bebé al pediatra, quien le examinará la garganta para poder hacer el diagnóstico correcto.

Para determinar el elemento patógeno, a veces se requieren exámenes y pruebas adicionales.

Para identificar con precisión el agente causal de la angina, y para excluir infecciones  peligrosas como la escarlatina y la difteria, al niño debe tomársele una muestra de la superficie de las amígdalas.

Se debe realizar un análisis de sangre general a todos los bebés con amigdalitis aguda.

Un aumento en el número de linfocitos y leucocitos puede indicar la presencia de una infección viral en el cuerpo. En variantes similares de amigdalitis aguda también se puede producir un aumento de la ESR.

Tratamiento

El dolor de garganta se puede tratar en casa bajo supervisión médica. El médico podrá identificar el desarrollo de complicaciones a tiempo y llevar a cabo la corrección necesaria de la terapia.

Para el tratamiento del dolor de garganta viral se aplica:

  • Medicamentos antivirales. Ayudan a lidiar con los virus contribuyendo a una recuperación rápida. Los más comúnmente usados son Acyclovir, Remantadin, Viferon, Groprinosin e Isoprinosin. Tienen un efecto virosotóxico pronunciado. Generalmente se prescriben en tabletas y en situaciones graves, en inyecciones.
  • Drogas inmunoestimulantes. Aumentan significativamente el efecto de los agentes antivirales. Vienen en gotas, tabletas y supositorios, y se recetan durante 7 o 10 días. En los niños, el más utilizado es interferón. Estas drogas fortalecen la inmunidad y promueven el buen funcionamiento del sistema inmune.
  • Antipiréticos. Se usan sólo cuando la temperatura del cuerpo aumenta por encima de 38 grados. Para mejorar el bienestar del niño, las preparaciones basadas en paracetamol o ibuprofeno son excelentes.
  • Antihistamínicos. Se usan para eliminar el edema de las amígdalas y reducir los síntomas de la intoxicación. Se recetan por 5 días, generalmente 1 o 2 veces por día. Algunas drogas pueden causar somnolencia, por lo que generalmente se recomienda suministrarlas por la mañana. Algunos de los antihistamínicos adecuados son Claritin, Suprastin y Loratadin.
 
  • Bebida abundante y cálida. Ayuda a eliminar las toxinas virales del cuerpo y a prevenir el desarrollo de complicaciones peligrosas que se manifiestan por inflamación en los riñones o el corazón. Se recomiendan compotas o bebidas preparadas con frutas, especialmente bayas.
  • Reposo durante todo el período de alta temperatura. Estar en cama contribuirá a una rápida recuperación. Usualmente, en casos de angina viral, los doctores recomiendan que los bebés observen reposo por 2 o 3 días.
  • Comida suave. Todos los platos cocinados deben estar a una temperatura agradable, no superiores a 50 grados. Los alimentos muy fríos pueden causar mayor dolor al ingerirlos. Es mejor elegir platos de consistencia líquida para evitar lesiones en las amígdalas.
  • Enjuagues. Ayudan a lavar las amígdalas y limpiar su superficie. Se deben realizar 3 o 4 veces al día durante 5 a 7 días. Para el lavado se recomiendan infusiones de manzanilla, caléndula o salvia, así como solución de peróxido de hidrógeno diluido y soda.
  • Pastillas anestésicas. Eliminan el dolor en la garganta y reducen la inflamación de las amígdalas. Tharyngept, Strepsils y Sepptale ayudan a sobrellevar el dolor al tragar. Se recomiendan 3 veces al día durante una semana. Su uso a largo plazo debe ser consultado con el médico tratante.
  • Complejos multivitamínicos y selenio. Los microelementos contenidos en estas preparaciones son necesarios para la recuperación rápida después de la enfermedad y para mejorar el funcionamiento del sistema inmune. El selenio ayuda al cuerpo a combatir más rápidamente los virus porque activa el sistema inmune.
  • Creación de un microclima confortable en la habitación. El aire excesivamente seco en la habitación de los niños provoca dificultad para respirar durante una infección viral. Los humidificadores especiales ayudan a lidiar con este problema porque crean la humedad óptima para una buena respiración.

A continuación puede ver el video del Dr. Komarovsky sobre la angina en los niños.