¿Qué son los probióticos y cuáles son mejores?

Cuando se asigna un tratamiento a un bebé por problemas digestivos, los padres se consiguen con diferentes grupos de medicamentos. Uno de ellos son los probióticos que ahora son muy populares y se prescriben tanto para los cambios en la composición de la microflora intestinal como para la prevención de problemas digestivos. Este artículo describe con detalle qué son los probióticos y cuáles son los mejores para los niños.

Los probióticos son medicamentos con actividad biológica que contienen bacterias vivas que pertenecen a la flora intestinal normal.

Los probióticos se utilizan principalmente cuando hay diversos trastornos en la función digestiva. Estas preparaciones se administran cuando hay:

• Síndrome del intestino irritable.
• Enfermedades inflamatorias del tracto digestivo.
• Diarrea infecciosa
• Diarrea causada por tomar antibióticos.
• Enfermedades infecciosas agudas.
• Lesiones alérgicas de la piel.
• Encefalopatía hepática.
• Estreñimiento.
• Enterocolitis necrotizante

Los probióticos no se pueden prescribir para las patologías que afectan el funcionamiento de la inmunidad, por ejemplo, en el VIH, la leucemia, después de la radioterapia, el trasplante de órganos y en algunas otras condiciones.

El nombre de estos dos grupos de drogas es muy similar, por lo que a menudo se confunden. Cabe señalar que la acción de los prebióticos y los probióticos es similar, porque ambos normalizan la microflora intestinal. Es por eso que ambos grupos se usan en combinación, para tratar problemas digestivos, incluida la disbiosis. En cuanto a las diferencias, para evitar confusiones, hay que tener en cuenta lo siguiente:

• Los probióticos son microorganismos vivos que pertenecen a la microflora intestinal normal.
• Los prebióticos son sustancias químicas orgánicas que tienen la capacidad de crear excelentes condiciones para la reproducción de la microflora intestinal normal.

¿Qué son los probióticos?, ¿por qué se necesitan y cómo difieren de los prebióticos? Para obtener más información, vea el video de la Unión de Pediatras de Rusia.

El primer probiótico, que se estudió y comenzó a utilizar la humanidad con el fin de producir productos de ácido láctico, se llamó lactobacillus búlgaro. Este microorganismo fue aislado en Bulgaria del material vegetal. Se le otorgó el nombre de probióticos en el siglo 20 en los años 80 y la frase  quiere decir "de por vida". Las primeras preparaciones fueron de un solo componente e incluyeron un tipo de bacteria. Más tarde se comenzaron a producir mezclas de microorganismos, así como complejos con sustancias prebióticas.

Los probióticos deben contener cepas de aquellos microorganismos cuyo efecto ha sido clínicamente probado. Es importante que los medicamentos sean adecuados para la edad, ya que la microbiocenosis del intestino difiere de acuerdo a las diferentes edades. Los requisitos no menos importantes del grupo probiótico que deben tener los fármacos son la seguridad, la resistencia a los antibióticos y la resistencia a los ácidos.

Sin embargo, los bebés que son amamantados y usan probióticos también pueden beneficiarse, porque:

• Disbacteriosis en el bebé puede ser causada por una larga recepción de antibióticos o infección intestinal.
• Los probióticos ayudan a eliminar la diarrea aguda de naturaleza infecciosa.
• Tales drogas mejoran la condición de los bebés con enfermedades alérgicas de la piel.
• La ingesta de probióticos ayuda a regular la digestión en niños con estreñimiento.
• Debido a su capacidad para aumentar la inmunidad, los probióticos protegen contra la influenza y las IRA, y también se usan con motivos preventivos.
• El indudable beneficio de los probióticos se observa en los lactantes con deficiencia de lactasa y encefalopatía hepática.

Los probióticos pueden:

• Sintetizar proteasas, ácidos orgánicos y otras sustancias que inhiben el crecimiento de bacterias dañinas en el intestino.
• Desplazar la flora patológica a través de la competencia por los receptores. A través de ellos, los microorganismos permanecen en el intestino.
• Estimular la respuesta inmune del cuerpo del niño al aumentar la producción de citocinas, mucina, inmunoglobulinas, células T y otros factores.
• Reducir la permeabilidad de la mucosa intestinal.
• Destruir las sustancias tóxicas que secretan flora patológica en el intestino.
• Participar en la síntesis de vitaminas B y vitamina K.
• Ayudar en la asimilación de alimentos ricos en proteínas y carbohidratos, así como en otros nutrientes.

Una vez que están en el cuerpo del niño, las bacterias pasan a través del tracto digestivo y se retienen en el intestino grueso, uniéndose a su membrana mucosa. Cada bacteria forma una colonia, produciendo un aumento significativo de la cantidad de flora útil.

El niño normalmente tiene bacterias por primera vez cuando es recién nacido. Incluso en el proceso de parto a lo largo del canal de parto de la madre, el bebé se encuentra con microorganismos que se asientan en sus membranas mucosas y en su piel, y también ingresan al intestino. El seno de la madre proporciona valiosas gotas de calostro, que contribuyen a la formación de microflora, necesaria en el tracto digestivo del bebé.

Muy a menudo, la designación de probióticos en niños mayores de un año se asocia con antibióticos. Los medicamentos antibacterianos no tienen una acción selectiva, por lo tanto, destruyen tanto las bacterias dañinas como los microorganismos beneficiosos. A menudo, con la ingesta prolongada de agentes antibacterianos, el número de bifido y lactobacilos en el intestino es tan reducido, que conduce a la disbiosis.

En este caso, se prescriben los probióticos como profilaxis. Cuando el niño se ve obligado a tomar antibióticos durante un tiempo prolongado, se recomienda el uso de este medicamento terapéutico porque ayuda a restaurar la flora intestinal.

También en el 2005, se realizaron estudios controlados en 14 clínicas pediátricas israelíes y se probó el uso a largo plazo, de una mezcla de bifido y lactobacilos para niños con trastornos respiratorios. El estudio mostró que los probióticos ayudaron a reducir la fiebre y la duración de los episodios de diarrea. También durante el estudio, se determinó que el papel de los lactobacilos era mayor que el de las bifidobacterias.

La influencia de los lactobacilos en el cólico intestinal en recién nacidos se estudió en la Universidad de Turín. Se encontró que la flora intestinal de los bebés que sufren de cólico, contiene menos lactobacilos y más bacterias anaerobias negativas.

Malyutkam fue recetado por 7 días con lactobacillus vivo, en una dosis, a una muestra de niños y se notó que el 95% de los bebés tenía síntomas de cólico, mientras que en el grupo de control, cuyos bebés recibieron simeticona, fue solo el 7%.

 Un estudio en Finlandia, en el que una madre tomó probióticos antes del parto y los niños recibieron medicamentos después del parto, mostró que esta táctica tuvo un efecto positivo en la inmunidad del intestino en los niños. A la edad de un año, los niños mostraron un  nivel de inmunoglobulinas. Se encontró también que los niños que recibieron leche materna y probióticos, su nivel de inmunidad era más alto.

El estudio de bebés en Taiwán, que nacieron con bajo peso, mostró la efectividad del uso profiláctico de probióticos para prevenir la enterocolitis necrosante. A los bebés se les administraron drogas con bacterias vivas dos veces al día y se observó que la incidencia de enterocolitis disminuyó así como la gravedad de la enfermedad. Un estudio similar también se llevó a cabo en Israel. Se confirmó la efectividad del uso de la mezcla de probióticos para reducir la gravedad de la enterocolitis.

Todas las preparaciones probióticas se dividen en secas y líquidas. Cada uno de estos tipos tiene sus ventajas de uso.

La ventaja de este tipo de probióticos es la preservación de la viabilidad de las bacterias, porque el agente se manifiesta activo inmediatamente después de entrar en el intestino. Además, un probiótico en forma líquida es más fácil de dosificar, y hay más capacidad de dividir la dosis. La presentación en gotas hace que este tipo de medicamento sea el preferido para niños de un año de vida. Además, se pueden agregar otras sustancias al probiótico líquido, por ejemplo, prebióticos o mezclas de vitaminas.

Los primeros probióticos se presentaron en forma seca. Las bacterias para estas preparaciones se secaron usando liofilización (congelación seguida de secado en una cámara de vacío). Este tratamiento lleva a las bacterias a un estado de animación suspendida. Su actividad vital se suspende antes que entre en condiciones favorables.

La principal ventaja de cualquier probiótico seco es la posibilidad de almacenamiento a largo plazo. Las bacterias secas se colocan en cápsulas, viales o ampollas durante un máximo de dos años. Sin embargo, debido a la liofilización, este tipo de probióticos es menos activo. Las bacterias requieren varias horas (desde 8) para salir de la anabiosis, unirse al intestino y comenzar la actividad. Durante este tiempo, parte de la droga la excreta el cuerpo.

La composición de los probióticos incluye lactobacilos, cocos Gram-positivos, bifidobacterias, hongos de levadura, lactato estreptocócico, colibacilo no patógeno y otros microorganismos.

Todos los medicamentos probióticos se dividen en:

1. Un componente. Contienen solo un tipo de bacteria.
2. Multicomponente. La composición de estos probióticos incluye varias especies de bacterias.
3. Combinado. Además de las bacterias, los prebióticos están presentes en ellos.
4. Sorbado. En tales medios, las bacterias se fijan en el sorbente (carbón activado).

En el siguiente video se pueden apreciar las diferencias entre los probióticos de componente único y multicomponente.

Cuando elija un probiótico, siga estos consejos:

• Lea atentamente la etiqueta de la preparación para asegurarse de obtener las cepas de los microorganismos necesarios para el tratamiento y no infringir la vida probiótica útil.
• Es mejor no pedirlos por Internet, ya que se corre el riesgo de obtener un producto falsificado o vencido.
• Elija un remedio de un fabricante probado que haya demostrado eficacia. Para las empresas que tienen tiempo trabajando con probióticos, es importante que sus productos sean de alta calidad y por ende, que su reputación no se vea en entredicho.

Tanto las formas capsulares como las presentaciones líquidas de los probióticos, deben tomarse después de las comidas, aproximadamente una hora o 20-60 minutos antes de las comidas. Para reducir las dificultades con la toma de la dosis correcta del medicamento, éste se puede mezclar en una pequeña cantidad de agua.

Los probióticos no se pueden incluir en la dieta diaria en bebés. Para más información, vea la conferencia del Dr. Komarovsky.

La opinión de las madres sobre los probióticos es bastante contradictoria. Hay muchas mujeres a quienes se les recomienda ingerir probióticos y sin embargo, ellas deciden cual probiótico tomar,  el tiempo de uso y la dosis. Por esta razón, es imposible contar con los testimonios de las madres acerca de la efectividad de los probióticos como 100% confiables. Además, los niños pueden tener un cuadro clínico diferente.  Esto  y muchos otros factores afectan la efectividad del tratamiento.

Sin embargo, hay medicamentos, que generalmente responden positivamente: Bifiform Baby y Biogaya. Lactomon y Primadofilus. Por el contrario, Lineks, Latsium y otros medicamentos probióticos a menudo tienen una evaluación negativa, aunque cada caso es un problema individual.

Para conocer la historia de los probióticos, su efectividad y los beneficios de los prebióticos, vea el siguiente video.